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Imagina que Yoko Ono no fuera esa mujer diabólica que separó a los Beatles

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Es fácil, si lo intentas

Gemma Cuadrado

11 Noviembre 2019 16:03

Ser un beatle no tuvo que ser fácil. La separación de la banda más influyente de la historia rompió el corazón a toda una generación. El desgaste físico y emocional que sufrieron durante la última época se volvió cada vez más insostenible, sobre todo tras la muerte de Epstein, responsable de mantener durante años la cohesión del grupo. Pero a pesar de haberse retirado de las giras por puro agotamiento, las luchas de ego, la presión y los roces de la convivencia les acabaron pasando factura.

El mundo no estaba preparado para perder a los Beatles, al menos no todavía. ¿Cómo podía haber pasado algo así? Necesitaban un culpable, alguien sobre quien descargar su frustración, y por suerte para todos, la prensa amarilla no tardó demasiado en encontrarlo. Yoko Ono encarnó ese papel durante toda su vida. Aquella mujer diabólica, con pelo alborotado, siempre vestida de negro y, para colmo extranjera, se había llevado a John, “a nuestro John”.

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Pero las historias no suelen tener una sola versión. Así que, por una vez, imaginemos que Yoko Ono no fue la culpable de la ruptura de los Beatles sino todo lo contrario. Imaginemos que, en realidad, fue la responsable del universo que inspiró la carrera de John Lennon en solitario. Es fácil, si lo intentas.

En 1964, publicó Grapefruit, un libro con el que desgranaba conceptos y poesías que acabaron formando parte del imaginario idealista que asociamos a Lennon. Imagina esto, imagina esto otro, decía. Buscaba despertar algo en la mente de sus lectores, hacer volar su imaginación. ¿No os suenan de algo estas palabras?

Imagine the clouds dripping.
Dig a hole in your garden to
put them in.

Imagine one thousand suns in the
sky at the same time.
Let them shine for one hour.

Then, let them gradually melt
Into the sky.
Make one tunafish sandwich and eat.

Yoko Ono - Primavera 1963

El documental John & Yoko: Above Us Only Sky, estrenado en la última edición del Festival In-Edit, reivindica precisamente esto. La figura de Yoko Ono como parte esencial del universo utópico y activista de Lennon. Aunque este libro de poemas solo es uno de los múltiples ejemplos de cómo la artista japonesa consiguió influenciarlo.

Pero empecemos por el principio. Yoko Ono siempre fue una absoluta adelantada a su tiempo, pionera en el arte conceptual, la música, el videoarte, la performance y la poesía minimalista. Junto a John Cage y Philip Glass formó parte de la generación beat neoyorkina, unos círculos vanguardistas que le acabaron costando la herencia de su familia.

De hecho, John y Yoko se conocieron en una de sus exposiciones en Manhattan. Una de sus piezas obligaba a los espectadores a subir una larga escalera que terminaba con la palabra “yes” escrita en el techo. Desde ahí arriba lo vio claro: esa mujer tenía otra forma de ver el mundo, y eso le conmovió.

El inicio de su relación coincidió con el final de los Beatles y tanto la prensa como los fans decidieron que lo más fácil era criminizarla a ella. Pero hacía tiempo que Lennon se sentía atrapado. Necesitaba escapar, y decidió hacerlo con Yoko. Juntos, huyeron a una enorme casa de campo de Tittenhurst Park. Un refugio lejos de Londres, lejos de la prensa y, sobre todo, lejos de los Beatles.

I was the Walrus
But now I'm John
And so dear friends
You'll just have to carry on
The dream is over

I don't believe in Beatles
I just believe in me
Yoko and me

John Lennon - God

El sueño había terminado, y el mundo tenía que asumirlo. Una nueva etapa había comenzado y, le pese a quien le pese, sin Yoko nunca habría sido lo mismo. Desde la famosa encamada por la paz, pasando por el cartel de “War is Over” publicado en Times Square, hasta sus gritos desgarradores en los conciertos de Plastic Ono Band, la distinción que devolvieron a la reina o el mismísimo concepto de la que fue declarada “la mejor canción del siglo”. John y Yoko siempre fueron un equipo, pero nadie quiso verlo.

We're playing those mind games together
Pushing the barriers planting seeds
Playing the mind guerrilla
Chanting the Mantra peace on earth

"Yes" is the answer, and you know that for sure

John Lennon - Mind Games

“Ella hablaba a través de él, no creo que el mundo haya entendido eso todavía. Adoro a John, pero el lenguaje que empezó a usar desde el momento en que se juntaron, es el lenguaje de Yoko, ella se lo enseñó”, explica Daniel Richter en el documental, actor y director de fotografía que convivió con la pareja durante gran parte de su estancia en Tittenhurst Park.

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El mismo Lennon lo admitió en una entrevista en la BBC en diciembre de 1980. “Imagine debería aparecer como una canción de Lennon y Ono, porque gran parte de la letra y del concepto surgieron de ella, pero en esa época yo era un poco más egoísta, un poco más machista, y en cierto modo, evité mencionar su contribución, pero todo sale de su libro Grapefruit y creo que hay que darle el reconocimiento que se merece”.

Sin embargo, no fue hasta casi medio siglo después que Yoko Ono pudo sumarse a los créditos del tema más reconocido de la época postbeatle. “A veces pienso que John y yo nos conocimos solo para hacer esta canción”, dice sin una pizca de resentimiento en el documental John & Yoko: Above Us Only Sky. Sin embargo, todavía muy pocos conocen esta versión de la historia.

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