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Food
El estudio ha desatado una batalla médica. ¿De quién nos debemos fiar?
01 Octubre 2019 21:54
En los últimos años el consenso científico ha indicado que consumir carne roja en exceso es nocivo para la salud. Nuevas investigaciones, sin embargo, sugieren lo contrario. Como era previsible, el estudio ha causado una importante controversia entre los expertos.
Los autores de la citada nueva investigación, materilizada en una serie de papers publicados en Annals of Internal Medicine, afirman que el aumento de los riesgos por consumir carne roja es pequeño e incierto y que reducir dicho consumo probablemente no valga la pena para las personas que disfrutan la carne. Conclusiones que algunos científicos han tildado de “irresponsables y poco éticas”.
Las nuevas evidencias cuestionan abiertamente las directrices de la Organización Mundial de la Salud, así como de la Sociedad Estadounidense contra el Cáncer y de la Asociación Estadounidense del Corazón. Estos organismos llevan años defendiendo que las carnes rojas y procesadas causan cáncer y aumentan el riesgo de enfermedades cardiovasculares, alentando a la población a reducir su consumo.
“La certeza para demostrar estas reducciones de riesgo fue entre baja y muy baja”, ha explicado el epidemiólogo de la Universidad de Dalhousie (Canadá) Bradley Johnston, líder del grupo de 14 investigadores internacionales encargado del nuevo estudio. “Basándonos en nuestras investigaciones, no podemos decir con certeza que comer carne roja o procesada causa cáncer, diabetes o enfermedades del corazón”, añade.
Tras la publicación de sus conclusiones, muchos académicos y profesionales de la nutrición mostraron su indignación. “Este informe tiene varios errores y es el abuso de evidencia más atroz que he visto”, ha declarado Walter Willett, profesor de epidemiología y nutrición en la Universidad de Harvard. Willett ha argumentado que muchos de los participantes en el estudio eran jóvenes y, por tanto, era poco probable que sucumbieran a una enfermedad en el corto período de tiempo que duraron los ensayos.
Sin embargo, la metodología utilizada por la mayoría de estudios que Johnston y su equipo han evaluado en su trabajo de revisión ha sido aprobada por la mayoría de científicos.
“No se trata solamente de otro estudio sobre carne roja y procesada, sino una serie de revisiones sistemáticas de alta calidad que resultan en recomendaciones que creemos que son mucho más transparentes, robustas y confiables”, ha explicado Johnston. “Nos enfocamos exclusivamente en los resultados de salud y no consideramos el bienestar animal o las preocupaciones ambientales al hacer nuestras recomendaciones”.
Uno de los aspectos más polémicos del estudio es que su conclusión fundamental se basa en consumos relativamente bajos de carne. Aunque los beneficios para la salud de limitar el consumo de carne a tres o cuatro porciones por semana pueden ser difíciles de detectar, los críticos han apuntado que en países como Estados Unidos, aproximadamente un tercio de los adultos comen al menos una porción de carne roja al día.
Organismos como la World Cancer Research Fund International se han negado a aceptar estas nuevas interpretaciones. “El mensaje que la gente necesita escuchar es que no deberíamos comer más de tres porciones de carne roja a la semana y evitar la carne procesada por completo. Respaldamos nuestra rigurosa investigación de los últimos 30 años e instamos al público a seguir las recomendaciones actuales sobre la carne roja y procesada”, ha dicho Giota Mitrou, director de investigación de la asociación.
Sea como sea, reducir el consumo de carne sigue pareciendo la opción más razonable. Ya no solo para cuidar nuestra salud, sino la de nuestro planeta.
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