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Vargas Llosa abandona el PEN Club Internacional

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La organización ha emitido un comunicado en el que insta a la liberación de los presos independentistas y denuncia las "restricciones excesivas" a la libertad de expresión en España. El escritor peruano ha contestado con una carta de renuncia en la que se queja de que el PEN "dé su apoyo moral e institucional a un movimiento racista y supremacista como es el movimiento independentista catalán".

E.E.C.

23 Enero 2019 13:09

Mario Vargas Llosa ha vuelto a la palestra pública.

Después de unos meses apartado del foco mediático, el Nobel de Literatura participó en la convención nacional del Partido Popular con un alegato contra el nacionalismo, al que definió como "una de las peores pestes que ha sufrido nunca la humanidad", pues considera que se trata de un discurso "profundamente racista, profundamente discriminatorio y parte de la superioridad de una comunidad simplemente por el territorio en el que nació". Su discurso, como ha señalado Marta Monforte, habría sido mucho más creíble si Vargas Llosa no tuviera detrás una bandera española gigante y el lema "ESPAÑA EN LIBERTAD", acompañando el logo del Partido Popular, que ahora está adornado también con una bandera nacional.

Sin embargo, el escritor vuelve a ser hoy protagonista, esta vez por arremeter contra el PEN Club Internacional y anunciar su "renuncia irrevocable" como miembro de la institución. ¿La razón? Que la organización mundial de escritores se habría alineado con el independentismo catalán para solidarizarse con "el golpe de Estado". El escritor peruano, que fue presidente del PEN Club entre 1977 y 1980, y del que hasta hoy seguía siendo presidente emérito, ha enviado una carta a Jennifer Clement, la actual presidenta, para afearle que la organización difundiera un comunicado "lleno de mentiras y calumnias" en el que el PEN Club instaba a las autoridades españolas a liberar inmediatamente a Jordi Sánchez y Jordi Cuixart, y hablaba también de otros delitos de opinión como las acusaciones contra Pablo Hasél y Valtònyc.

El PEN Club fue fundado en 1921, en Londres, como una organización destinada a defender la libertad de prensa e imprenta, y desde entonces se dedican a medir y denunciar la represión contra periodistas y escritores.

Vargas Llosa ya había mostrado su disconformidad con la organización cuando el 11 de enero se publicó un texto en la web del PEN de Estados Unidos en el que se cuestionaba la existencia de libertad de expresión en España. Pero ha sido esta última declaración -impulsada por el director ejecutivo del PEN Internacional, el escritor catalán Carles Torner- la que le ha llevado a tomar una decisión irrevocable: considera "una vergüenza" que el PEN "haga suyas las patrañas del centro catalán, un órgano militante del independentismo de Cataluña, que viene llevando a cabo una campaña internacional de desfiguración de la verdad".

Por su parte, la directora del PEN Club International, Jennifer Clemens, ha contestado al comunicado de Vargas Llosa con una nota manuscrita, en la que deja clara su posición: "PEN ha sido en toda su historia el lugar de los grandes debates del mundo -con conflictos, aciertos y rectificaciones- [...] El comunicado está apoyado por el Comité de Escritores en Prisión y el conjunto de Pen International y sus recientes resoluciones en conflictos y comités. Lamento que Mario Vargas Llosa renuncie al PEN y siempre estará bienvenido si cambia de opinión".

Esta última cruzada contra el nacionalismo -y especialmente contra el independentismo catalán- ha provocado una respuesta por parte de muchos sectores, que no solo se han limitado a señalar la hipocresía del discurso cosmopolita de Vargas Llosa, sino que han empezado a recuperar algunas polémicas antiguas, como sus declaraciones contra el movimiento indígena en América Latina, al que acusó de crear desorden social y amenazar la democracia.

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