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Los hombres emitían un aullido tras el acto sexual para que el siguiente tomara el relevo, según la denuncia de la víctima
02 Febrero 2018 13:38
Vía Getty
En la base de Bobadilla (Antequera, Málaga) están investigando una presunta violación grupal a una soldado del Ejército del Aire. Al parecer, la agresión sexual podría haber estado perpetrada por sus propios compañeros durante una fiesta el pasado 10 de diciembre.
El programa Espejo Público (Antena 3) avanzó esta información el jueves. El Juzgado Militar Territorial de Sevilla ya ha abierto diligencias para intentar esclarecer los hechos, según confirman fuentes de Defensa.
Según Antena 3, la mujer sostiene en su denuncia que no recuerda nada de la noche. Cuando despertó, “le dolía la cabeza”, relata en la misma. Junto a una compañera, acudió a hacerse unas pruebas y dio positivo en barbitúricos (un tipo de sedante). La mujer cree que fue drogada.
La víctima, que lleva 8 años destinada en esta base, también ha hecho referencia a otra presunta agresión sexual que tuvo lugar en mes de septiembre, según el comunicado del Ministerio de Defensa. Esta agresión se está investigando en un proceso paralelo.
“El aullido era la señal de relevo”. Así ha testificado una compañera soldado, quien recuerda que aquella noche había cola en el pasillo para acceder a la habitación de la denunciante.
Los hombres esperaban en el pasillo y emitían un aullido después del acto sexual, señal de que el hombre que en ese momento estaba dentro “había acabado” y otro hombre le podía relevar. Ese aullido remite inevitablemente a 'La manada', mote con el que se apodaban los presuntos agresores de la violación de San Fermín y que están a la espera de sentencia.
Según Antena 3, la soldado se levantó de madrugada para ir al baño y observó que llevaba las medias puestas y restos de algo que podría ser semen.
"Poco a poco me están viniendo recuerdos de lo que pasó esa noche. Tengo vagos recuerdos con la luz de la habitación encendida, un hombre de tez morena me movía mientras me cogía del brazo y me decía cosas. También recuerdo a otro hombre con una respiración muy profunda, notaba el contacto en su costado izquierdo", relata la soldado en su denuncia.
“Me sentí como un trozo de carne”, reza.
Por ahora, "todos los procedimientos judiciales se encuentran en fase de investigación y tienen carácter reservado", apunta la nota de prensa remitida a PlayGround.
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