El texto “La historia de todos mis kilos” de María del Mar Ramón ha reabierto las heridas de todas las que empezamos a odiar la comida y nuestro cuerpo antes de la pubertad
La historia de todos mis kilos se lee rápido, pero no se lee fácil. El texto escrito por María del Mar Ramón publicada en la revista Nómada se atraganta. Cuesta de digerir. Y, si has pasado por un trastorno alimenticio, te escuece en la garganta como en los días en los que te clavaste las uñas para vomitar después de un atracón.
María del Mar ha removido las tripas de muchas porque su historia es la historia de demasiadas de nosotras: la presión desde bien pequeña para perder peso, los comentarios horribles, las burlas, la desprotección incluso compartiendo mesa y comida con la propia familia.
La adolescencia, los chicos y las sensaciones recurrentes y constantemente reafirmadas por el entorno de que solo delgada serás buena. Solo delgada te querrán. Solo delgada podrás quererte.
Maria del Mar nos habla de su evolución, del primer comentario sobre su peso por parte de una desconocida a la primera vez que vomitó. De cómo la bulimia arrasó con su vida durante dos años mientras todos los demás alababan su delgadez, su pase al club de la gente guapa a cualquier precio.
Habla de cómo siguió haciéndose daño y metiéndose en relaciones que la minaban siempre un poquito más, y de cómo al cruzar el charco pudo ver al fin que aquí, bajo la etiqueta de inmigrante, la delgadez ya no le servía para estar menos sola, ni para ser más valorada.
Abriéndose paso en una sociedad que le interponía barreras nuevas María del Mar aprendió a mirarse y a mirar a su alrededor con la óptica feminista que le ha permitido escribir la historia de todas en su texto, que cierra con un final que entremezcla la tristeza de verte tan reflejada en sus palabras con la rabia necesaria para poder cambiar las cosas
“No me voy a culpar por haber seguido las reglas de este mundo horrendo. Yo no quiero sólo “aprender” a quererme, yo quiero derrumbarlo todo”.
De La historia de todos mis kilos surgió el hashtag #MiPrimeraDieta, historias de terror de la vida real de miles de mujeres que empezaron a pasar hambre antes de que su edad llegara a las dos cifras.
Duele leerlas.
Por desgracia.
A nosotras.
No nos sorprenden.
Si a ti sí, es hora de que abras los ojos a la presión estética que sufrimos las mujeres desde la infancia y comprender por qué somos el 90% de las personas que sufren un TCA y preguntarte qué motivos sociales, políticos y económicos pueden ser la causa.
¿Por qué si somos la mitad la gran mayoría de dietas y productos de belleza están dirigidos a nosotras?
¿Por qué las niñas acaban matándose de hambre?
