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Artículo Vivir de la basura: una cooperativa que subsiste reciclando los residuos de Buenos Aires Now

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Vivir de la basura: una cooperativa que subsiste reciclando los residuos de Buenos Aires

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La ciudad genera 17.000 toneladas diarias de residuos. Bella Flor es una de las 11 organizaciones que trabajan en su clasificación y reciclaje.

PlayGround

12 Agosto 2019 16:17

En una bolsa plástica negra puede haber basura. O trabajo. O un plato de comida. O ropa lista para ser usada. Todo eso depende de quién sea el que tenga la bolsa. Probablemente para algunas de las mil personas que trabajan separando residuos en alguna de las 11 cooperativas del llamado Reciparque de la Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado (CEAMSE), haya mucho más que sólo cosas para tirar.

Entre las 11 cooperativas que trabajan en el conurbano bonaerense (el área metropolitana que limita con la Ciudad de Buenos Aires) está la organización Bella Flor, cuya historia es retratada en el nuevo documental del director Ulises de la Orden titulado Nueva Mente. En Bella Flor trabajan alrededor de 100 personas. Todas viven en barrios de emergencia (o villas) que se encuentran en los márgenes del basural del CEAMSE, ubicado en la localidad de José León Suárez.

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Documental Nueva Mente de Ulises de la Orden

La historia empieza a fines de la década del 70, durante la última dictadura militar. Cuando empezó el segundo año de mandato, en 1977, el gobierno de facto llevó adelante un plan que tenía como objetivo erradicar los barrios de emergencia que tenía Buenos Aires y también los basurales. La junta militar no quiso distinguir basura de personas y mudó todo a la orilla del Río Reconquista: desechos y ciudadanos, todos en un mismo lugar que hoy se llama José León Suárez. Casi 30 años después de eso, en 2001, la crisis económica y política que tuvo Argentina provocó que los sectores más populares salieran a las calles a juntar cartón y papel para después venderlo. Así nacieron los cartoneros, que cada noche llegaban desde el conurbano en el Tren Blanco, un tren viejo y venido abajo.

“Había que organizarse para sobrevivir, así lanzamos la primera organización vecinal, que con los años pasó a ser ONG. Muchos años después, recogiendo aprendizajes nace la Cooperativa, para formalizar necesidades y prácticas de trabajo que teníamos”, cuenta Lorena Pastoriza en Nueva Mente, cuando se refiere a cómo se inició la cooperativa Bella Flor. Y cuando se le pregunta sobre lo que significa ver su propia historia dice: “Mirarse siempre es difícil. Por un lado, está esa cosa de dolor, de todo lo que tuvimos que transitar y todavía todo lo que nos falta, pero también de emoción, de que hicimos mucho”.

Lorena Pastoriza

Lorena Pastoriza. Foto: Reuters

Este tipo de proyectos muchas veces tienen un efecto “reeducador” en las personas que participan en él. Martín Maduri, un sociólogo que se recibió mientras terminaba su condena en la cárcel, explica que la ubicación de las unidades penales y los basurales define la vida de los jóvenes de la zona: el “mundo basura” –y el trabajo con ella en una cooperativa– o el mundo del delito.

Un ejemplo de cómo un proyecto como este es reeeducador se ve en Ernesto “Lalo” Paret, uno de los fundadores de Bella Flor, que empezó trabajando como cartonero y actualmente lleva adelante un programa social en la Universidad de San Martín.

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Documental Nueva Mente de Ulises de la Orden

El trabajo de esta cooperativa, que ahora es documentado, pone en evidencia lo deficitario que es el tratamiento de la basura en Argentina: habilita a preguntarse quién se ocupa de los residuos y cuánta plata gana, qué rol cumple el Estado, qué negocio escondido hay detrás de la basura y qué labor realizan los trabajadores precarizados que llevan adelante sus actividades en el CEAMSE.

Las cooperativas que trabajan proponen una solución eficaz al problema del reciclado, pero haría falta más apoyo del Estado, dado que en los últimos años muchos municipios aumentaron hasta en un 60% la cantidad de basura que tiran en el CEAMSE. Según datos de la propia organización el año pasado únicamente 8 de los 25 distritos que integran el conurbano disminuyeron la cantidad de residuos que enviaron al basural, en comparación con el año anterior.

Paret fue consultado por la agencia Reuters sobre el rol del Estado en esta área. El fundador de Bella Flor dijo: “Si tuviésemos tecnología e inversión [por parte del Estado], estaríamos casi en el 50% [de material recuperado]; sin embargo, estamos en el 17-19% porque lo que nadie quiere es reconocer que existe una tragedia, que mucha gente vive de la basura, porque este es un espejo en el que nadie se quiere ver”.

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