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Artículo Alarma ecologista por vídeos que muestran ‘ríos de plástico’ fluyendo por las ramblas de Almería Content

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Alarma ecologista por vídeos que muestran ‘ríos de plástico’ fluyendo por las ramblas de Almería

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De rambla seca a cauce que arrastra toneladas de plásticos en apenas unos minutos

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26 Septiembre 2018 14:48

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Almería tiene su propia cultura, costumbres y resonancia popular. Hace casi medio siglo, ese rincón de España se hizo célebre en todo el mundo gracias a su desierto y a sus zonas de apariencia agreste y seca. Numerosos equipos de cine convirtieron aquellas llanuras y colinas en un nuevo Oeste en el que se filmaban películas de spaghetti western. Esta pintoresca moda llevó el nombre de la provincia española por todo el mundo.

Hoy, Almería tiene otros motivos para la celebridad. No todos brillantes. Para muchos se produce allí una sobreexplotación agraria en los incontables invernaderos desde los que se exportan grandes variedades vegetales para toda Europa. Esto trae, aparte de los beneficios, problemas colaterales: explotación de individuos en aspectos laborales y, por supuesto, técnicas agrícolas que suponen una omnipresencia del uso y abuso del plástico. Corre la leyenda de que desde la Estación Espacial pueden verse los campos de plástico —o los mares de plástico, nombre que copió alguna no muy buena serie de televisión— que cubren esta y otras regiones del sur español.

Otra cosa que hay en Almería son ramblas secas. No hay ríos, pero hay cauces que ya no llevan agua. Excepto cuando cae la mundial. Y a mediados del pasado mes de agosto, cayó. En algunos puntos, media hora de tromba de agua bastó para colapsar alguna zona. Y de repente las aguas arrastraron todo lo que había en esas veredas secas. Y la mayor parte de las cosas que había sobre la tierra y el polvo rojo era… ¡plástico!

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Si sumásemos todo aquello que corría camino al mar —a contaminar el mar— juntaríamos toneladas de plástico. Hojas, piezas, cubos y cubetas, cajas y envases, metros y metros de lona plástica. Material que no se recicla, que no se procesa debidamente y que termina tirado fuera de cualquier contenedor como testimonio del paso del hombre por esos campos, antes escasamente fructuosos y ahora, más boyantes, sí. Pero también infinitamente peor tratados de lo que debieran estar.

El plástico debería ser tratado, reciclado o eliminado de alguna manera. Pero abandonarlo en las extensiones del campo, ensuciando las zonas no dedicadas al ejercicio agrícola, construyen una imagen de suciedad y desidia que ni en el más sucio de los sucios espagueti-westerns se veía. Por cierto, las citadas ramblas no siempre llevan tan solo agua de lluvia. Por desgracia, en algunas desaguan vertidos de aguas residuales. Tampoco debería ser.

El residuo plástico es una de las caras de Almería que nadie quiere ver. Pero los vídeos de ocasiones como las acontecidas el pasado agosto no se deben ocultar. Casi el 50% de los residuos que hay en esas ramblas, son plásticos de distintas formas y usos. Toda esa abundancia dañina de plásticos requiere la búsqueda de una solución coordinada. A la luz de estos vídeos, distintos grupos como Ecologistas en Acción reclaman a la Junta de Andalucía que la encuentre. Ya es hora.

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