Mecano cantaban aquello de “sombra aquí, sombra allá” y su “maquíllate, maquíllate” fue un imperativo que afectó a buena parte de la generación de la Movida. Si lo viviste, sabes de qué te hablo. Si no, busca la referencia porque han pasado ya treinta años y todo lo de los ochenta está absolutamente "in". Todo vuelve.
En todo caso, no tengo la seguridad de que la tonadilla haya llegado a China, aunque lejos de mí la intención de disturbar a algún desaforado fan de Mecano que pueda aportar datos contrarios.
Sea como fuere, si Wang Jiawen —una genio china del maquillaje— domina este arte es porque esta mezcla de camuflaje y metamorfosis que es el maquillaje, nos acompaña desde las cuevas, aunque naciese parejo a rituales diversos. Hoy viaja entre la necesidad social y la coquetería, con paradas como esta, en la frivolidad y el espectáculo de la Imagen en las Redes Sociales: el disfraz, el mimetismo, el alma de camaleón (acabamos de saltar de Mecano a Boy George).
No se trata de por qué quieres parecerte a Justin Bieber, Leonardo DiCaprio o a un personaje de ficción como Sheldon Cooper, sino de que puedes hacerlo. Porque hoy es hoy o porque te da la gana, como un acto afirmativo de voluntad cara al público, cara al click de las redes.
Seamos honestos: a muchos famosos no les consentiríamos salir a la calle sin maquillar. Y cuando lo hacen, les crucificamos, subiendo a internet imágenes de lo que juzgamos como fallos o carencias. Puede que el ejemplo de esta mujer china les ilumine: si Wang Jiawen se toma el esfuerzo de parecerse a ellos, de transmutarse, bien harán los famosos, famosillos y famosetes en mantener la ficción de su aspecto cara al público. Es un sacrificio, una molestia mínima pero necesaria para sus fans. Forma parte de... ¿su deber de ejemplaridad?
Por otra parte, quizá un psicólogo profesional pudiera detectar en este talento del eyeliner, la base, la sombra, el corrector, las lentillas de color y las pestañas postizas alguna clase de “personality issues”, que conlleva una constante búsqueda de tu propia personalidad en la personalidad, la apariencia, de celebridades.
Cuando buscas ser cambiante y tener la cara de otro, puede que sea porque ves la tuya demasiado gris, imperfecta o impersonal. O que, lisa y llanamente, no te gusta, vaya. Y al fin y al cabo, el maquillaje es menos agresivo e invasivo que la cirugía plástica.
El paso final es tener público que evalúe tu metamorfosis una vez que te sometas a su juicio porque, al fin y al cabo, lo importante es saber hacer algo en esta vida y, desde luego, Wang Jiawen, sabe.
