Neurocientíficos de la Universidad de Berkeley desarrollan una técnica para editar la actividad cerebral en tiempo real
La ficción era, hasta ahora, un concepto que se podía experimentar de forma consciente, Sin embargo, la creación de recuerdos y sensaciones artificiales es, a día de hoy, una posibilidad fascinante que nos obliga a redefinir la naturaleza misma de lo ficticio.
Al margen de su valor metafísico, el paradigma procede después de revisar el trabajo de un equipo de neurocientíficos de La Universidad de Berkeley, que han dado un salto cuántico al aplicar una variante optogenética –una técnica de estimulación celular basada en la luz– en cerebros de ratones. Según las evidencias que han publicado en la revista Nature Neuroscience, mediante una luz láser holográfica son capaces de activar grupos de neuronas y simular actividad cerebral real.
Dicho de otro modo, este dispositivo permite engañar al cerebro para que experimente sensaciones que se perciben como ciertas en todo caso, aún sin existir una fuente real para ese estímulo. En el vídeo se muestra el resultado de la estimulación somatosensorial en verde. El haz holográfico puede activar 50 neuronas a la vez hasta 300 veces por segundo, de manera que es posible replicar emociones asociadas a cada región neuronal con total fidelidad, una vez se conoce el patrón en cuestión.
Como podéis imaginar, las aplicaciones clínicas de esta investigación son casi infinitas. Desde el borrado de recuerdos traumáticos hasta el reemplazo de sentimientos tóxicos o la recuperación de estímulos asociados a algún sentido ausente, todo es posible una vez se tiene acceso al código fuente que “ejecuta” la realidad que percibimos.
"Nuestro dispositivo permitirá algún día que los ciegos vean o que los paralizados sientan el tacto"
Habiendo sido bautizado como "modulador holográfico del cerebro", este sistema aún no se ha probado en humanos, pero los primeros resultados hacen soñar a sus responsables con un futuro plagado de cerebros pirateados.
"Este es uno de los primeros pasos en un largo camino para desarrollar una tecnología que podría simplificarse en un implante cerebral virtual con sentidos adicionales o sentidos mejorados”, afirmó Alan Mardinly, becario postdoctoral en Berkeley.
Por otro lado, Ehud Isacoff, profesor de biología celular y molecular en la misma universidad y director del Instituto de Neurociencia Helen Wills, comentó al respecto: "La capacidad de hablar con el cerebro tiene el increíble potencial de ayudar a compensar el daño neurológico causado por enfermedades degenerativas o lesiones. Nuestro dispositivo permitirá algún día que los ciegos vean o que los paralizados sientan el tacto".
No es una mala promesa.