El momento de infarto en el que un tiburón arrastra al agua a una mujer de un mordisco

Los tiburones son uno de los animales que más miedo nos dan como cultura. Multitud de productos culturales y de entretenimiento han utilizado a estos temibles peces para añadir tensión a sus historias. Y lo cierto es que, aunque en general no suelen atacar a humanos, son perfectamente capaces de acabar con nuestra vida si las cosas se acaban torciendo.

La jornada que recoge el vídeo que encabeza estas líneas estuvo a punto, como ves, de terminar de manera trágica. El suceso ocurrió en Australia, en la Dugong Bay. Una mujer llamada Melissa Brunning recibió un mordisco por parte de un tiburón nodriza leonado, un ejemplar de una especie normalmente plácida pero que es capaz de causar mucho daño cuando ataca.

La mujer estaba intentando dar de comer a un banco de tiburones cuando uno de los animales la mordió en uno de los dedos de la mano y trató de arrastrarla al agua durante unos instantes. Por suerte, sus compañeros consiguieron rescatarla y estabilizarla en el barco, pero Brunning pensó por un momento que había perdido el índice.

Melissa Brunning y sus acompañantes estaban haciendo un viaje de ensueño en el yate de uno de sus amigos. Entre otras aventuras, cuando los pasajeros de la embarcación descubrieron a los plácidos tiburones nodriza que les estaban siguiendo, decidieron darles de comer. Sin saber cómo debían hacerlo.

Para alimentar a estos animales, es necesario dejar el pescado delante de ellos y no tratar de dárselo directamente en la boca. Si se intenta que coman de la mano, es bastante probable que haya un incidente similar al del vídeo. Puede que se acaben comiendo tu mano de un descuido, vaya.

En el caso de Brunnings, a pesar de que pensó que había perdido su dedo, la realidad es que tan solo tivo que preocuparse de daños menores. La mujer describió lo que sintió como “la sensación de que le estaban arrancando el hueso de cuajo”, pero cuando consiguió tranquilizarse, descubrió que su mano todavía estaba entera. De hecho, ella y sus acompañantes decidieron continuar con sus vacaciones como si nada. La idea era que el dedo acabase por curarse solo, ya que parecía que estaba en bastante buen estado.

Al final, la joven australiana tuvo que ir al hospital. Allí descubrió que había sufrido una fractura y una ruptura de los tendones del dedo. Debido a no habérselo curado a tiempo, también tenía una gran infección en la mano. Ahora mismo todavía continúa tomando antibióticos, pero se considera afortunada de que las únicas consecuencias del incidente hayan sido esas.

“La culpa no fue del tiburón”, contó la joven a un periódico australiano. “No tenía que haber intentado darle de comer de esa manera; el animal se sintió en peligro y me atacó. La responsabilidad es totalmente mía”.

Lo cierto es que, en la mayoría de los casos, los ataques por parte de animales se deben a la irresponsabilidad de las personas. Respetar a la fauna en su hábitat natural es fundamental. Al fin y al cabo, los animales normalmente solo agreden a humanos para defenderse, ya que no formamos parte de su cadena alimenticia.

Es importante que tratemos a los animales con la precaución necesaria, y que no interfiramos con sus costumbres y su hábitat. Solo de esta manera conseguiremos convivir en armonía con ellos.