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Los animales muestran tal determinación que ha llevado a la gente a lanzar todo tipo de teorías sobre por qué hicieron lo que hicieron
Playground community
13 Julio 2018 18:57
¿Crees en el trabajo en equipo? Las mascotas de este vídeo, también. Aunque no hayan deliberado sobre ello conscientemente, creen. Ahí están los resultados.
En este vídeo podemos ver unos perros que, a su manera, patrullaban las calles, arremetiendo contra un vehículo aparcado, hasta desmontar parte de su carrocería. Y qué duda cabe que a los humanos puede llegar a perturbarnos ver cómo un grupo de animales callejeros, aunque pertenezcan a una especie a menudo doméstica, tienen comportamientos de naturaleza ofensiva, de acometimiento, tan coordinados.
La actitud y determinación de estos animales es tal que ha llevado a la gente de internet a lanzar teorías que rozan la leyenda urbana.
- Se habla de si es un acto de venganza. ¿Contra ese coche en concreto? ¿Contra todos, simbolizado en uno? ¿Contra los humanos, que somos sus conductores?
- Otros dicen que es su forma de tomarse la revancha por su abandono.
- Hay quien cree que les enseñaron a hacerlo para que los dueños del coche pudieran cobrar el seguro.
- Otros opinan que alguien les molestaba con un puntero láser que, finalmente, apuntó al vehículo y los perros, furiosos, lo rompieron.
- Y lo más sencillo, la navaja de Ockham, como siempre: perseguían un gato.
Lo más plausible —más que las conspiraciones de la Naturaleza dignas de Stephen King o Arthur Machen— es esto último: huyendo del frío y de los propios perros, un gato (o algún otro animal) buscó refugio en el chasis del coche, quizá aún caliente. Los perros se obcecaron en cazarlo y procedieron a desmembrar el vehículo tras haber mordido en las zonas correctas.
Es hermoso y útil recordar que la convivencia doméstica entre perros y gatos es posible y que la supuesta animadversión entre ambos se queda en mero mito con la educación adecuada. Los perros y los gatos no se odian por principio; existe una base de desconfianza interespecies, pero que puede ser salvada con facilidad, especialmente si se les educa desde crías. Es más, en la mayoría de casos de convivencia en un hogar, cuidados por humanos, el gato suele dominar al perro, a veces incluso cómicamente.
Pero en la calle y manadas de por medio, la situación es muy otra y, si en verdad había ahí un gato, se salvó de milagro.
Lo peor, la sorpresa que debió llevarse el dueño del coche cuando encontró su vehículo destartalado y cuando le mostraran estas imágenes para explicarle quiénes eran los culpables. Aunque peor aún será el destino de la jauría si cae en manos de la perrera municipal o de los propios vecinos. Si son perros sin collar, sin dueño, sin amor, lo triste es que no tendrán siquiera un coche dónde esconderse.
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