PlayGround utiliza cookies para que tengas la mejor experiencia de navegación. Si sigues navegando entendemos que aceptas nuestra política de cookies.

C
left
left
Artículo Se rompe ambas piernas tras saltar en paracaídas desde un edificio de 19 plantas Content

Content

Se rompe ambas piernas tras saltar en paracaídas desde un edificio de 19 plantas

H

 

El salto base en entornos urbanos tiene riesgos... como estos

Playground community

26 Septiembre 2018 20:15

Las abuelas solían decir aquello de “sarna con gusto, no pica”. Que es otra manera de decir “con tu pan te lo comas” o “ya sabes a lo que te arriesgas”.

Riesgo, efectivamente. Cuando a un deporte se agrupa entre los llamados “deportes de riesgo” es por algo. Puede salir bien. La mayor parte de las veces, gracias al ejercicio, la práctica y un toque de osadía, sale bien. Pero a veces sale mal. Y si no estás contento con ello, dedícate al ping-pong, que en esa actividad lo peor que puede pasar es que la bola te dé en el ojo o tu contrincante te lance la raqueta.

Pero deporte de riesgo puede implicar incluso la muerte. O el daño irreparable al cuerpo en distintos grados de gravedad.

En este vídeo podemos ver un caso que ha acabado razonablemente bien para lo que pudo haber ocurrido. En la grabación vemos a John Michael, oriundo de Texas, saltando de un edificio. Con paracaídas, eso sí. Que sin él ya no sería deporte de riesgo, sería otra cosa...

Vídeo relacionado:

John Michael estaba el pasado 20 de septiembre en lo alto de un edificio de 19 pisos llamado Forum Jaeren, en la ciudad de Bryne (Noruega). El 26 de junio se le había sido concedido el permiso para usar el edificio como base para un salto en paracaídas en la modalidad salto BASE (por sus siglas en inglés building, antenna, span y earth) y que se identifica porque el saltador lo hace desde un punto fijo y no desde uno móvil, como es un avión. Desde un edificio muy alto, el salto es más espectacular; pero desde un punto no tan alto, el riesgo es distinto: hay que abrir el paracaídas casi instantáneamente y estar preparado para llegar al suelo con una fuerza moderada. Es un cálculo complejo.

En este salto, como vemos, una ráfaga de aire cambió la trayectoria de Michael. Y su encuentro con la madre tierra o madre pavimento, fue más duro de lo que había calculado. El resultado fue la rotura de sus dos piernas. Y el premio, una carrera hacia el hospital más próximo entre unos dolores difícilmente imaginables.

El grito de John Michael ha quedado grabado. Pero si ponéis atención, sé que pensaréis que el sonido más aterrador no es su chillido de dolor o el de miedo de los allí presentes: es el sonido de los huesos de sus piernas, quebrándose.

Vídeo relacionado:

share