El segundo de la banda quiso acabar con su jefe difundiendo el vídeo, pero su idea se acabó volviendo en su contra
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En tebeos y viñetas cómicas solía mostrarse a delincuentes millonarios nadando en piscinas de monedas de oro o encendiendo cigarros con billetes. También en el cine hay escenas de esa especie de ensoñación de “nadar en la abundancia”, como Leonardo DiCaprio en El Lobo de Wall Street. Un exhibicionismo dinerario que no se limita a la ficción. En la vida real, algunos de los que obtienen auténticas fortunas de sus actividades delictivas no dudan en exhibirse como niños y ni la más elemental prudencia le priva de hacer el tonto y dejarse grabar en una lluvia de billetes, para que se vea que manejan, y eso pese a saberse que, en estos tiempos, cualquier vídeo puede hacerse viral dejando los más oscuros secretos al alcance de todos.
En este caso, ocurrido en Argentina, en el municipio de La Plata, no es sólo el orgullo, la imprudencia y la estupidez del delincuente que se deja grabar riendo, lanzando billetes y bailando al ritmo del regguetón. Hay otra vuelta de tuerca. El “colega” que entre risas anima la fiesta, lanza billetes y graba todas las imágenes, en realidad lo que está haciendo es tratar de dejar en evidencia a su jefe en la banda, con el que mantenía una rencilla y había tenido graves desencuentros. Entre risa y risa, el plan era exponer a su jefe ante el mundo y buscar que fuese atrapado por las fuerzas de seguridad.
Lo que no pensó es que su estratagema podía volverse contra él, como finalmente sucedió. Tras viralizarse el vídeo y ser investigado por la policía, el autor de las imágenes, Matías Biscay, ha sido identificado y detenido como miembro de organización criminal y por posesión de estupefacientes.
Aunque el vídeo se lanzó inicialmente por WhatsApp, no tardó en llegar a las demás RRSS, generando todo tipo de reacciones y comentarios. E incluso llamadas a las autoridades que, en forma anónima, ayudaron a identificar y localizar a los criminales.
No es la primera vez que vemos las extravagancias en las que pueden caer los narcotraficantes en su habitual manejo de enormes cantidades de dinero: armas de oro con incrustaciones de diamantes y rubíes, llamativos vehículos deportivos, botas vaqueras realizadas con pieles de animales exóticos o en peligro de extinción, cadenas y más cadenas de oro… excesos que satisfacen su orgullo y permiten a las autoridades seguir el rastro del dinero, una de las fórmulas de investigación que ofrecen mejores resultados.
En cualquier caso, el impulso que este vídeo ha dado a la investigación ha sido muy apreciado en un país, Argentina, que en los últimos años se ha convertido en el tercer exportador de cocaína del planeta, con evidencias que apuntan a la existencia de narcocorrupción entre las fuerzas de seguridad y macrojuicios en marcha que tratan de poner fin a las supuestas redes de agentes colaboradoras con narcos en la provincia de Buenos Aires. Un grave problema que esperemos que esté ya en vías de solución.