Paradójicamente, la ‘influencer’ Olga Shvetsova da consejos sobre crianza y maternidad responsable en muchos de sus post
¿Podemos tenerlo todo? ¿Una mujer del siglo XXI puede ser hermosa, tener una vida profesional plena, varios hijos, un cónyuge de éxito, viajar, la casa de sus sueños y una figura de infarto? La influencer Olga Shvetsova tenía un exitoso blog y canal de Instagram que fomentaban que todo esto y más es posible. Olga compartía con el mundo sus viajes, sus modelitos y sus increíbles hijos, con fotos que ilustran una vida de película y en las que se daban todo tipo de consejos sobre “lifestyle” y maternidad responsable en nuestro tiempo por una mujer diez. Pero la vida perfecta y la lista de consejos de “cómo tenerlo todo” han resultado ser tan fantasiosas como los viejos cuentos de princesas. La nueva fantasía del siglo XXI a través de Instagram.
La perfecta Olga acudió con su hijo de seis años, Vitalik, a un centro comercial en Zaporizhia, Ukrania y, estando en una tienda de regalos infantiles, ante el espanto de todos los presentes, la instagramer propinó a su pequeño de seis años una brutal paliza que incluyó bofetadas, golpes y estremecedoras patadas en la espalda del niño con sus botas de tacón de aguja.
Las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad dejan constancia del salvajismo con el que Shvetsova atacó a su hijo. Algunos testigos han manifestado que la mujer había perdido completamente la cabeza y los golpes se acompañaban de gritos en los que la mujer se dirigía al niño chillándole “¡Te odio!”.
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En el vídeo puede observarse cómo el personal de la tienda se vio obligado a intervenir para detener la agresión. Seguidamente llamaron a la policía que levantó un atestado si bien no se produjo detención alguna.
Sin embargo, al hacerse público el vídeo, las reacciones no se han hecho esperar. Las redes de Shvetsova se vieron inmediatamente inundadas de comentarios reprochándole su comportamiento, comentarios que ella ha borrado para, seguidamente, tratar de justificarse.
“Puedo gritar, puedo pegar y reprender. Es como soy. Pero se debe al cansancio”. La mujer ha explicado que su marido trabaja mucho y que tienen dos niños pequeños. No cuenta con niñera, ni abuelos que la ayuden. “Me canso con frecuencia”, ha manifestado. Y remata: “Pero no voy a flagelarme por lo que he hecho. Es una discusión estúpida. Es mejor hablar de calcetines o braguitas que de este estúpido conflicto”.
Ante semejantes argumentos, los comentarios de sus otrora seguidores de consejos sobre maternidad y familia se han vuelto feroces. Algunas personas sostienen que, si se comporta así en público, las posibilidades de abuso sobre sus hijos en privado son francamente preocupantes. Una tesis que no pocas personas comparten.
Ante la generalización de la preocupación por el bienestar de los niños en manos de Shvetsova, ésta se ha visto obligada a comentar el estado del pequeño Vitalik. “No tiene moratones. No tiene hambre. Está en casa y está bien alimentado. Nosotros no le pegamos al desayuno, comida y cena, así que por favor…”.
Lo curioso es que, pese a lo sucedido, Olga Shvetsova no renuncia a dar consejos y, en una huida hacia adelante propia de un atleta olímpico, se ha permitido usar esta experiencia como ejemplo para otras madres. “Cuando lo haces todo tú y nadie te ayuda, sin abuelos, ni niñeras, puede pasar cualquier cosa. No os castiguéis. Yo no lo haré”.
Y sigue, como si tal cosa, colgando fotos en bikini o dando de merendar a los niños y compartiendo su “sabiduría”. Algo en lo que ya sólo ella cree.
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