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Este vídeo captura un momento que solo se da en 1 de cada 80.000 nacimientos

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La magia de los ‘bebés enmantillados’ que nacen dentro del saco amniótico

Playground community

13 Julio 2018 18:32

Sucede en tan solo 1 de cada 80.000 partos. Es una probabilidad lo bastante peculiar como para apostar a favor: si acertases ganarías una fortuna. Por eso lo que veis en este vídeo tiene una pizca de superstición en algunos lugares y se asocia a la buena suerte. Buena suerte, se dice, para los pequeños que llegan así al mundo. Una esperanza que todos los progenitores tienen para sus pequeños.

Esta grabación fue realizada hace ya bastantes meses en España y muestra a un bebé nada más nacer, ya fuera del útero materno, que sigue dentro del saco amniótico. Hay quien los llama ‘bebés enmantillados’ o ‘partos velados’.

Hay algo casi mágico, casi místico, en la posibilidad de ver algo que acontece solo en una de cada ochenta mil veces. Llama la atención la tranquilidad de los pequeños, que aún no han visto del todo perturbado su entorno y no parecen especialmente sorprendidos ni dispuestos a romper con su pequeño mundo de equilibrio y paz.

El bebé ha llegado a término del embarazo y ha inaugurado su estancia en este mundo como individuo pero se esconde aún tras la frágil membrana. No se ha producido ese hecho tan peliculero de “romper aguas”, ni siquiera durante el parto (la mayoría de las veces, si no se ha producido espontáneamente, la propia matrona rompe el saco amniótico para propiciar un rápido nacimiento). Pero en estos casos, el hogar materno en el que ha flotado durante treinta y nueve semanas sigue ahí tras ser expulsado del vientre, retrasando unos momentos la chocante —algunos dicen que traumática— experiencia de empezar a respirar aire y llenar, con o sin llanto, los pulmones de oxígeno por primera vez.

Los nueve meses vividos en el útero materno nos marcan a todos de por vida. Aunque no nos demos cuenta, las señales están por todas partes, desde las posturas fetales que instintivamente adoptamos para protegernos o dormir, hasta los sonidos acuáticos o rítmicos que nos tranquilizan emulando al entorno que nos cobijaba cuando el latido de nuestra madre era un sonido que nos acompañaba permanentemente.

Y aunque la tecnología nos permite ya conocer el detalle todo el proceso de gestación y parto humano, este bebé al natural dentro del saco amniótico no deja de tener un interés científico y también humano. Es una curiosidad fascinante que completa ese milagro que es cada nacimiento, algo que no por ser tan común deja de emocionarnos cada vez.

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