“¿Quieres una raya? ¿Quieres una?”, le insisten a la persona de la tripulación que les acerca las botellas que han pedido.
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“Con Ryanair todo vale”, suele decirse en el mundillo de las aerolíneas. Máxima que queda confirmada después de ver el pasotismo con el que uno de sus empleados despacha un comportamiento prohibido expresamente por la ley.
Como puede verse en el vídeo, unos muchachotes ingleses van pintándose unas líneas durante su vuelo a Ibiza, cuando de repente entra en escena un azafato de Ryanair, que no solo hace caso omiso de “la que llevan montada” —seguro que las ha visto peores en esa ruta—, sino que les vende vodka para que puedan completar su fiesta.
Esnifando polvo blanco en el avión
El audio no tiene desperdicio. Uno de los protagonistas de la grabación le pregunta una y otra vez al trabajador de la aerolínea con un “quieres una, quieres una”, a lo que éste contesta no cortésmente.
Otro se viene arriba cuando “el tema” está listo y suelta:
"¡Tengo algunas líneas formadas y listas para funcionar!"
Azafato Ryanair
Sobre la sustancia poco se puede decir, salvo que puede ser cualquier cosa, especialmente si tenemos en cuenta la nueva onda NPS que barre Europa desde hace unos años. No obstante, al margen de su composición, seguro que su consumo está prohibido en un vuelo de Ryanair.
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La compañía irlandesa informa en el Artículo 11 (Conducta en el avión) de sus Términos Generales y Condiciones de Transporte que se reserva el derecho a sancionar en distinto grado a todo aquel que “incumpla cualquier instrucción dada por la tripulación”, incluidas “las relativas al consumo de tabaco, alcohol o drogas, o se comporta de manera tal que pueda incomodar, molestar, dañar o lesionar a otros pasajeros o la tripulación”. Entre las actuaciones previstas por la compañía para este tipo de casos se encuentran la retención y la expulsión del avión en algún punto intermedio de la ruta, con las subsiguientes consecuencias legales y económicas. Aunque claro, si la “instrucción” no llega, el pasaje hace lo que le da la gana con total impunidad.
Para completar la historia destacamos la respuesta oficial de Ryanair cuando fue preguntada por un medio británico al respecto del vídeo: "No comentamos sobre vídeos de redes sociales no verificados". Toma ya. Hubieran quedado mejor si hubieran aceptado que sus vuelos son una verbena y punto.
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