“Jennifer Aniston anuncia que se divorcia Brad Pitt lleva soltero unos meses. SOLO PUEDE SIGNIFICAR UNA COSA”
A estas horas es difícil que no os hayáis enterado, pero para los rezagados: Jennifer Aniston vuelve a estar soltera.
Según explicaron ella y Justin Theroux en un comunicado conjunto a BuzzFeed News la ruptura “tuvo lugar por decisión propia y con cariño a finales del año pasado”.
“Cualquier otra cosa que se escriba sobre esto que no venga directamente de nosotros es la narrativa de ficción de otra persona. Por encima de todo estamos determinados a mantener el profundo respeto y amor que tenemos el uno por el otro”.
Twitter se ha llenado de comentarios de personas a las que se les ha partido el corazón con la separación.
Hay quien no da crédito a que alguien “deje escapar” a una mujer como Jen.
Otros simplemente no pueden soportar la idea de que la pareja ya no esté junta.
O de que ella no sea feliz.
Alguno que otro que otro ha pecado de exceso de optimismo.
Ojo, que no pasa nada, soñar es gratis.
Y bueno, la bromita sobre Ross, que claramente tenía que caer.
Cruel, pero bastante bien traída, eso no se puede negar.
Luego está este tipo, que si coincidiese con el en el autobús haría que me tropiezo para pegarle el pisotón más grande de su vida en el pie. A JENNIFER NI MEDIA, MEDIAMIERDA.
Pero, dejando de lado todo esto, el salseo que realmente ha tomado las redes tiene bastante más que ver con el anterior divorcio de Jen que con este...
Efectivamente, lo primero que ha pensado todo el mundo nada más enterarse de que Aniston vuelve a estar soltera es que, casualidades de la vida, Brad Pitt también lo está.
Chavalería, fantasear con ello si os hace ilusión no está mal, pero volcar todas vuestras esperanzas sobre las relaciones y el amor en esto tampoco es plan. No sé, como consejito nada más.
Que sí, visualizar la situación tiene su gracia.
Pero igual estáis exagerando un pelín.
Épico, épico tampoco creo que fuese... ¿Sabéis lo que sería épico de verdad?
Ah, y por último, un par de cositas.
1) Responsabilizarla a ella de la ruptura como si él no hubiese tenido nada que ver, ese discursito de “no supo mantener a su hombre” es machista y asqueroso.
2) Saber cortar una relación de forma correcta cuando ya no funciona no es fracasar, es saber gestionar tu propia vida. Que básicamente es lo contrario: es ganar.