Rita Ora trata de gastar una broma en 'The Voice' Alemania, pero nadie la reconoce

No voy a mentir, yo también soy bastante incapaz de recordar la cara de todas las cantantes que hacen lo que yo — generalizando mucho — llamo “temazos de taja”.

Inna.

Dua Lipa.

Zara Larsson.

Muchas caras, muchos nombres, ME-PIER-DO.

Puede que si sus canciones empiezan a sonar en un garito a las tres de la mañana empiece a rebotar como una loca, pero no me pidas que recuerde su nombre ni su cara, porque no voy a tener ni idea.

Otra de las chicas que forma parte de este dream team que he registrado de forma extremadamente vaga en mi materia gris es Rita Ora.

Si escucho su nombre, o una de sus canciones, responderé muy segura de mí misma que me suena muchísimo, pero si me pones una foto suya junto con la de otras veinte chicas, hasta hoy no hubiese sido capaz de decirte quién es ella.

Pensaba yo que a lo mejor es que mi memoria cojeaba, pero al parecer no soy ni de lejos la única que padece este alzheimer con la música comercial: todo el jurado de The Voice Germany está en las mismas. Y lo mío puede tener excusa, pero lo suyo… En casa del herrero, cuchillo de palo, claro está.

Con la intención de gastar una broma en el programa, Rita Ora se presentó a las pruebas a ciegas de 'The Voice', en las que el cantante actúa con el jurado de espaldas, que le ven una vez han pulsado el botón que tienen junto a su asiento.

La gracia, obviamente, era que al girarse todos se quedasen flipando en plan “Mein Gott, ist Rita Ora!”. El fail garrafal llegó cuando, al girarse, ninguno de ellos la reconoció.

Para más inri — y para ponerlo más a huevo — Rita estaba interpretando un tema suyo, Your Song.

Y no solo eso: la propia Rita ha sido jurado en la versión británica del programa. Vamos, que la broma estaba siendo todo un despropósito.

La pobre Rita, con mucho sentido del humor y saber estar, aguantó muy bien el tipo, se presentó como una aspirante a cantante de Londres etc.

Mantuvo el paripé hasta que todo llegó a un punto de absurdo en el que uno de los jueces la alabó por haber conseguido que “su versión” sonase “casi como la original”.

Fue ahí cuando ella les dijo que, efectivamente, era Rita Ora.

No me quiero imaginar como cualquier otro cantante con el ego por las nubes hubiese reaccionado a caerse de bruces de la parra al sentirse en evidencia delante de un país entero, así que la humildad y la actitud con la que Ora llevó el asunto me ha impresionado bastante.

Rita, después de eso a ninguno se nos volverá a olvidar tu cara, promise.