A un año del estallido mediático del #MeToo, los medios se han llenado de homenajes, pero también de los mensajes de las celebridades que más involucradas han estado en potenciar la iniciativa de Tarana Burke. Alysa Milano ha sido una de ellas. Su vídeo te tocará el alma
Antes de comentar este vídeo... permitidnos dejar claras algunas cosas: si el #MeToo es un generador nato de polémica y conversación, el aniversario de tal hashtag lo está siendo todavía más y por múltiples motivos.
En primer lugar, el #MeToo no tiene un año, como muchos medios han dado a entender (nosotros, probablemente, también hayamos caído en esa trampa) sino que es un movimiento que la activista Tarana Burke lleva propulsando desde hace más de una década. Ella, su primera impulsora, ha sido una de las caras más visibles estos últimos días, y en redes sociales ha mostrado su apoyo a quienes hoy en día siguen usando el hashtag para denunciar situaciones de acoso y de abuso. Burke charló con The New York Times a este respecto el pasado 15 de octubre, mandando un mensaje a todas las mujeres del mundo, un mensaje para que entre todas demos un paso adelante y, golpeando al trauma, seamos capaces de salir reforzadas.
En la última semana, son muchos los artículos, entrevistas y especiales en televisión o en medios digitales los que han intentado analizar el momento presente. Uno de los gráficos más impresionantes al respecto es esta que muestra la influencia del hashtag en Twitter a lo largo del último año. El diario El País creo este, que además suma todas las consignas feministas lanzadas en este tiempo, tanto a nivel nacional como internacional, demostrando que el reclamo de derechos y la denuncia de atrocidades e injusticias contra las mujeres ha sido uno de los motores de conversación más grandes del momento.
Este otro gráfico, dividido por eventos, galas y sucesos, también es interesante, pues demuestra cómo a veces el #MeToo se ha popularizado por cuestiones negativas o fallidos intentos de deslegitimarlo como movimiento (polémica Assia Argento, etcétera).
Una de las cosas más importantes de los últimos homenajes realizados ha sido encontrarse con la voz de la calle de nuevo. En un momento en el que parecía que el #MeToo sólo podía estar asociado a ciertas celebridades y ámbitos, los reportajes centrados en la influencia real del movimiento en los centros de trabajo, las calles o los hogares ha sido determinante: la desigualdad y la violencia sigue siendo más que palpable, la diferencia es que las redes de apoyo y el "yo sí te creo" tienen mayor peso. A un año del estallido del hashtag, pues, parece que queda muchísimo trabajo por hacer, pero que muchos estamos dispuestos a seguir peleándolo con todas nuestras fuerzas.
De todo ese trabajo que queda por hacer, hay una cosa importantísima que podemos intuir en uno de los vídeos más virales sobre el #MeToo. Se trata de ese que hace unos días subió Alyssa Milano a sus redes sociales y que podéis encontrar subtitulado al comienzo del artículo. En él, la actriz más activa en el movimiento, se dirige a su hija pocos días después de haber denunciado públicamente los abusos de Harvey Weinstein. Milano grabó ese vídeo para demostrar la emoción, la dureza y la importancia del momento. Porque aunque muchos críticos se hayan empeñado en decir que este es un movimiento censor y egoísta, lo cierto es que el gesto de Milano demuestra todo lo contrario. Ella grabó ese vídeo para demostrar a las generaciones que vienen que no hay que tener miedo. Que algo está cambiando, y que entre generaciones, culturas y géneros debemos apoyarnos. Resulta imposible no emocionarse con sus palabras. Y lo que es más importante, resulta imposible no sentir dentro de uno mismo el chispazo de un fuego fortísimo e ilusionante que no vamos a dejar que se apague.