Kanye West abrazando a Donald Trump en el Despacho Oval: la imagen sintetizaba y culminaba un proceso que West había empezado en 2015, cuando en una gala de MTV el rapero mostró su interés en postularse como presidenciable. El proceso siguió con una (primera) reunión con Trump en 2016, con flirteos con la extrema derecha americana en 2018, con la confirmación de que West pensaba concurrir a las presidenciales en 2024.
Lo hará con su propio partido: The Birthday Party.
Kanye West abrazando a Donald Trump en el Despacho Oval: puedes enfadarte o puedes achacarle al instante su valor diplomático, su valor de pura cortesía entre no-políticos, su valor de inicio de tour. Porque Kanye West abrazando a Donald Trump en el Despacho Oval era eso: el inicio de una gira política para un no-político en ciernes como West; para una no-primera-dama como Kim.
Sólo así puede entenderse que los West-Kardashian se reunieran a principios de esta semana con Yoweri Museveni, el presidente de Uganda. Sólo así puede entrar en nuestras cabezas, en las vuestras, que el matrimonio West-Kardashian le llevara a Museveni, como presente de buena voluntad, unas Yeezys color blanco. Los West-Kardashian, posando para sus followers, en una residencia presidencial de Entebbe.
En su último y controvertido show dentro de Saturday Night Live, Kanye West dijo: “Si me preocupase el racismo, me habría ido de Estados Unidos hace tiempo“. Para saber qué preocupa a West, así pues, basta con geolocalizarlo. Si la flecha cae en la ‘Casa Blanca’ de Uganda, tiembla: Museveni, en el poder desde 1986, aprobó en 2014 una ley que pretendía penar con cadena perpetua la actividad homosexual del país.
Kanye West regalándole unas Yeezys a Yoweri Museveni: puedes enfadarte por la concesión homófoba o puedes echarle la culpa, otra vez, a la diplomacia. Al recato entre el mandatario que lo quiere ser y al mandatario que no quiere dejar de serlo. Los West-Kardashian, erigidos en embajadores, se están sacrificando por su país antes de que su país les pida sacrificio alguno.
Kim y Kanye regalándole unas Yeezys a Yoweri Museveni: los (nuevos) mártires de Uganda ya sólo arden en fuegos provocados por sí mismos.
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