Risas siniestras sin venir a cuento, desobedecer órdenes y poner música a todo volumen… ¿Qué le pasa a Alexa?
Este cacharrín que parece el hijo bastardo entre un altavoz usb y el filtro de mi aspirador antiácaros y su hermano chaparro con aspecto de grinder son dos modelos de Alexa, el asistente personal desarrollado por Amazon para facilitarnos la vida.
La idea, que a los rezagados como yo nos sigue sonando un poco blackmirrorera, es la de un dispositivo del estilo a Siri pero con un cuerpo independiente y pensado para facilitar la vida en el hogar. Alexa puede hacerte la lista de la compra y encargarla por internet, responder preguntas, encender y apagar las luces y demás funciones de domótica
Aunque Amazon ya aseguró en su momento a los angustiados por su privacidad que Alexa no iba a estar escuchando sus conversaciones siempre, sino que solo estaría activa cuando se le diese una ordre, los escépticos ya tienen motivos para seguir echando leña a su hoguera anti tecnológica: las Alexas del mundo se están volviendo locas. O, al menos, eso parece...
“Estaba acostado en la cama, a punto de quedarme dormido, cuando Alexa en mí Amazon Echo Dot comenzó a reírse de una forma perturbadora. Hay una gran posibilidad de que sea asesinado esta noche”.
Han empezado a reírse de forma siniestra y sin ningún motivo aparente.
“Amazon Alexa está riéndose aleatoriamente y eso me aterroriza”.
No se trata de un caso aislado, sino que son varios usuarios que de forma individual han compartido este tipo de experiencias en la red.
“Estaba en la oficina conversando acerca de cosas confidenciales y Alexa comenzó a reírse. ¿A alguien más le ha pasado?
No hizo ningún sonido como si hubiese sido activada o despertada por accidente. Simplemente comenzó a reírse. Fue bastante perturbador.”
¿Está Alexa mofándose de sus humanos?
Varios mensajes en Reddit han confirmado haber experimentado historias extrañas con la historia risa inoportuna e inexplicable de Alexa.
Un usuario explicó también como Alexa, después de negarse a responder a la orden de apagar las luces, comenzó a encenderlas cuando él las apagaba manualmente, algunos respondieron haber tenido la misma experiencia, “aliviados” por no estar solos.
No es la primera vez que las andanzas de Alexa yendo por libre generan titulares. Hace poco la policía tuvo que tirar abajo la puerta de un joven en Alemania después de que sus vecinos llamaran hartos por la música a todo volumen de lo que parecía una fiesta. Al llegar, nadie respondió, por lo que tuvieron que entrar por la fuerza para encontrarse que no había nadie en el interior del hogar.
Alexa había puesto en marcha por su cuenta el sistema de sonido organizando una rave sin asistentes. Por suerte para el afectado, Amazon se hizo cargo de los gastos de reparación de la puerta.
