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45 segundos bastan para hacer una promesa de por vida

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Los straight edgers más duros eran tipos medio santos medio cabrones capaces de destrozar un fast food con bates de béisbol, agredir a comedores de carne e increpar a bebedores de cerveza

Marc Casanovas

06 Febrero 2018 06:00

Foto: Abby Shcaffer

El asco y la autodestrucción de los 70 se ahogaba en su propio vómito a principos de los 80. El declive crónico era tan corrosivo que Ronald Reagan, la Reina de Inglaterra y la resaca mañanera eran males menores. Las proclamas nihilistas del hardcore punk con cantidades inmundas de sexo malo, drogas baratas y alcohol de garrafón tuvieron su debida respuesta cuando Minor Threat entonaron a pleno pulmón el himno “Straight Edge”.

Era un contraataque tardío, pero certero. Ian MacKaye dijo que nunca quiso empezar nada ni incitar a nadie, pero bastaron 45 segundos de una sola canción para que algo se quebrara para siempre en la mente de unos jóvenes con la testosterona por las nubes.

Los straight edgers convirtieron la afición por un género musical en militancia ideológica.

Que nadie se engañe. Ni mucho menos era un movimiento masivo, pero fue tan auténtico que iba mucho más allá de una banda, un disco, una canción o un concierto. Quedaba claro que la inacción como protesta estaba obsoleta. Era el momento de actuar con contundencia y si el peaje era ganarse una reputación nefasta de violencia e intolerancia, pues se apechugaba sin remordimientos con ese sambenito.

Tocaba actuar y cuanto antes mejor.

La Straight Edge nació en el seno de subculturas urbanas de izquierda. Se podría definir como una nueva filosofía de vida basada en dejar atrás el alcohol, las drogas, el tabaco y la promiscuidad sexual. De acuerdo con la serie de entrevistas realizadas por el periodista Michael Azerrad, la X emblemática del Straight Edge data de la gira de Teen Idles por la costa oeste de EE.UU. en 1980. Cuando el gerente del club se dio cuenta que los integrantes de la banda eran menores de edad, decidió marcar sus manos con una X para que ningún camarero les sirviera alcohol. Al regresar a su ciudad, la banda sugirió este método a los dueños de otros recintos para permitir la entrada a menores y esa X quedó tatuada para siempre.

La X representaba una forma de rebelión positiva que tuvo su linea dura. Los militantes más radicales se mantenían limpios y sobrios con un propósito: poder actuar con contundencia contra borrachos y drogadictos que "estropeaban" sus conciertos.

Era una interpretación aislada del straight edge que generaba mucha controversia por su obsesión por la confrontación directa: “Por primera vez en la historia del Rock, un tipo medio cabrón medio santo venía y te quitaba la cerveza de las manos en un concierto". Son palabras textuales del libro American Hardcore: A Tribal History. Pero, ¿quién eran esos estúpidos chicos de Boston que la liaban en los conciertos hardcore de Washington DC? ¿Qué pretendían? ¿Buscaban bronca o tenían algún mensaje?

Brian Baker, guitarrista y bajista de Minor Threat lo aclara en el mismo libro. “Es verdad. Tiraban bebidas alcohólicas al suelo. Habían intensificado su lado más militante contra el beber. Alzaron la bandera más militante del Straight Edge”.

Para algunos, eso no era suficiente. A mediados de los 90 surgió una escena 'vegan straight edge' de estética dura y pensamiento bastante fanático que llamaba a la acción directa, al boicot y a la violencia. Su nueva manera de entender la vida se extendía a la buena alimentación y a la liberación animal. Hacia falta seguir una dieta vegana o vegetariana y el respeto por los derechos de los animales eran innegociables.

Y sí, hubo incidentes serios. Algunos se tomaron las arengas al pie de la letra y pasaron de la teoría a la acción con palizas brutales en conciertos a gente a la que se le ocurría encenderse un cigarro, grupos de hardliners juntándose para atacar locales de McDonalds y otros establecimientos de fast food. Incluso agresiones con bates de béisbol a algunos clientes que eligieron un mal día para comer una hamburguesa barata. Cada vez proliferaban más imaginarios casi-militarizados con guerras interinas dentro del movimiento hardline con Vegan Reich, Raid y Earth Crisis a la cabeza.

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Para muchos aficionados al hardcore punk, lo más curioso de este fenómeno es que no lo fomentaron padres preocupados por sus hijos o supervisores conservadores del gobierno. Era desde adentro para los de dentro. Tan real como la vida misma.

Siempre ha habido cantantes de country sobrios y productores de música electrónica que evitan las drogas recreativas para fiestas. Siempre los ha habido y siempre los habrá, pero solo el punk lo unió todo bajo un nombre, una escena, un sonido y una ideología política. Por eso la Straight Edge ha llegado en mil y una formas hasta hoy derribando muros de sonido y géneros musicales.

VEGAN REICH

"La idea era: si nos llaman fascistas veganos, nos llamaremos Vegan Reich", dice en una entrevista su líder y vocalista Sean Muttaqi. Y su debut fue a lo grande. Cuatro canciones que incluían un manifiesto desplegable para una filosofía llamada hardline. Llama la atención cómo al principio se notaba un deseo de anarquía, que fue sustituido por el deseo de una dictadura vegana. En The Way el mensaje es cristalino:

"La producción de carne y productos lácteos es tortura, están matando, sin ningún propósito para tu ego y por el sabor de su sangre derramada. Así que no esperes piedad, si eres culpable, pagarás. No hay opción de discutirlo, te vamos a detener".

EARTH CRISIS

Las letras de Earth Criris a menudo aludían a escenas de violencia brutal contra comedores de carne o gente que tomara drogas. El tema Firestorm no da lugar a dudas:

"Sin misericordia, sin excepciones, una declaración de guerra total. La defensa de los inocentes es la razón por la que se libra. Nacido adicto, golpeado".

RAID

Tal y como dice la web Allmusic, no eran solo músicos eran portavoces de los veganistas de la ala más dura. Antes de las primeras notas de Words of war suenan sirenas de ataque nuclear y la letra empieza así:

"Esto es lo que une a los militantes. La guerra está en marcha y comienza conmigo. Todos provocáis mi animosidad. Miles de personas son explotadas, empobrecidas y asesinadas por su alto hedonismo de emociones baratas. No nunca es suficiente. Palabras de guerra".

STATEMENT

Conocido por algunos como el "Padrino del Vegan Straight Edge", Rat es un viejo punk del Reino Unido que ha estado involucrado en la escena desde los 14 años. En una entrevista para DIY Conspiracy reconocía que "El pasado es el pasado, todos cometemos errores, todos cambiamos. En general, me he cabreado mucho durante muchos años".

CONVERGE

Jacob Bannon

Converge es uno de los grupos más respetados del hardcore metal actual que incluso le dan nombre a una hamburguesa vegana en Chicago. Todos los miembros del grupo son vegetarianos y uno de ellos, Kurt Ballou, es vegano: "Hay un elemento de conciencia social y ética en ciertos bolsillos del punk y el hardcore ", dijeron para VegNews. "El movimiento por los derechos de los animales es algo que encaja bien en este mundo".

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