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Así es como Coco Chanel puso de moda el bronceado por accidente

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Un crucero por el Mediterráneo de la famosa diseñadora cambió nuestra relación con el sol

claudio moreno

22 Agosto 2017 10:03

Antes de que la revolución industrial instituyera las fábricas y el trabajo a cubierto, las clases altas consideraron la palidez un signo de su abolengo. Los labradores del campo veían como su piel se ennegrecía, así que los burgueses, por oposición, hicieron de la carne lechosa su sello de calidad. Hasta utilizaron blanqueadores tóxicos para conservar el carnet de tan selecto club.

Con la revolución y la llegada de las fábricas las clases trabajadores quedaron resguardadas del sol, pero también quedaron hacinadas en viviendas abarrotadas, huyendo del humo y el hollín de las calles británicas, con sus hijos desarrollando raquitismo y otras deformidades óseas. Fue entonces cuando el doctor Theobald Palm descubrió que la luz solar era crucial para el desarrollo de los huesos.

?Siguiendo con la secuencia de odio-amor-frenesí entre la humanidad y el sol, el médico danés Niels Finsen recibió el Nobel en 1903 por emplear “fototerapia” para eliminar las úlceras de la piel causadas por el lupus.? Fue un importante avance clínico, pero el bronceado no se puso de moda hasta un par de décadas después.

Ocurrió por accidente. La diseñadora de alta costura Coco Chanel fue de crucero por el Mediterráneo y al volver se la vio más tostada que de costumbre. Evidentemente se había quemado, pero fue un feliz hallazgo, pues las fotografías de su desembarco en Cannes sentaron un nuevo estándar de belleza. Su amigo el príncipe Jean-Louis de Faucigny-Lucinge dijo: “Creo que Coco ha inventado el tomar el sol”.

Aquello sucedió en Francia, pero en otros países europeos la nueva moda era más aspiracional que realizable: pocos iban de vacaciones más allá del campo. Fue en la década de 1960, con el transporte aéreo comercial a pleno rendimiento y los bolsillos de la gente un poco más holgados, cuando el glamour del sol atrajo a los turistas a las playas del Mediterráneo.

La palidez había sido erradicada por la moda. Ya no había vuelta atrás. En la década los 70 se popularizaron los cosméticos autobronceadores y en 1978 la se volvió a introducir la cama solar. Cremas, sesiones de rayos UVA, paquetes vacacionales en el Mediterráneo; la industria del bronceado fijó la tendencia como se fija el sol en nuestra piel.

Evidentemente toda este fiebre por realzar el color de la piel comportó sus efectos colaterales. Un estudio de 2009 encontró que las tasas de melanoma maligno en el Reino Unido se habían cuadruplicado en los últimos 30 años, siendo la forma más común de cáncer entre los 15 y 34 años. Asimismo, la OMS indica que las personas que han usado máquinas de bronceado antes de los 30 años son un 75% más propensas a desarrollar melanoma.

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