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El doctor que ha dado por muerta la dieta del Mediterráneo

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¿Cómo puede ser que los países que dan nombre a la dieta más saludable del mundo tengan los hijos más obesos de Europa?

Marc Casanovas

24 Mayo 2018 15:59

El Congreso de Viena sobre Obesidad 2018 comenzó con una bomba informativa inesperada para los medios de comunicación. Un gran titular en boca del doctor João Breda, jefe de la oficina europea de la OMS para la prevención y el control de las enfermedades no transmisibles: “La dieta mediterránea ha desaparecido”. Medios como The Guardian se hicieron eco rápidamente y los países con costa en el Mediterráneo han encendido las alarmas: ¿Cómo puede ser que los países que dan nombre a la dieta más saludable del mundo no sean los máximos beneficiados por sus propiedades?

Evidentemente hay que leer la letra pequeña y analizar su discurso en conjunto: "Ya no hay dieta mediterránea. Los que están cerca de la dieta mediterránea son los niños suecos. La dieta mediterránea ha desaparecido y tenemos que recuperarla". El doctor João Breda sustenta su teoría en los niños. Según los números oficiales de la World Health Organisation, la dieta mediterránea ha muerto oficialmente para los niños de Grecia, España e Italia. Su argumentación se basa en los índices oficiales de obesidad infantil de los últimos años.

Doctor João Breda

Los que están cerca de la dieta mediterránea son los niños suecos. La dieta mediterránea ha desaparecido y tenemos que recuperarla.

Doctor João Breda

Si se echa un vistazo a los informes de la Asociación Europea para el Estudio de la Obesidad se observan datos curiosos. En España la obesidad ha aumentado en niños del 3% al 12% y en niñas, del 2% al 8%. Otro caso es muy particular es Italia, las tasas de obesidad infantil en Italia son notoriamente una de las más altas (36% para niños y 34% para niñas), pero en cambio tienen una de las tasas más bajas de obesidad adulta en Europa [aproximadamente el 10% de la población]). Y en Grecia donde más del 30% de los niños y adolescentes padecen sobrepeso o obesidad. Tal y como dicen los números, son tres casos absolutamente distintos que se tendrían que analizar con lupa para encontrar puntos en común.

El doctor Breda los compara con otros países como Suecia, Dinamarca, Francia, Irlanda o Letonia con tasas muy bajas, que van del 5% al 9%. Pero, ¿puede ser que los niños suecos coman más pescado, aceite de oliva y tomates que los niños españoles? Esta es la pregunta sin una respuesta oficial contundente. Que la epidemia de obesidad infantil es grave no lo puede negar nadie. Para muchos expertos sería un grave error que la solución pasara exclusivamente por encarecer la comida basura si no se bajan los precios de la comida sana. Esto sólo lograría que más niños pobres pasaran hambre.

Otros expertos insisten en defender la credibilidad de esta dieta pero con matices: “Existen las dietas del Mediterráneo y no las dietas del Mediterráneo", dice Jaume Fàbrega, historiador de la gastronomía. Es decir, un niño de Beirut o un niño de Barcelona no comen ni comerán nunca la misma dieta. "Dicen que tiene más de 3000 años de historia. ¡Pero nuestros antepasados íberos no conocían el pan, ni el aceite de oliva ni el vino –su bebida era la cerveza. Además suelen obviar la cuestión religiosa, que es de primordial importancia. Hablan de la “trilogía mediterránea” y “olvidan” que los musulmanes no beben vino ni comen cerdo, y los judíos tampoco comen cerdo y la mayor parte de pescados, el marisco y la caza no son kosher. Y el cerdo es la carne más consumida en el Mediterráneo occidental".

En definitiva, los expertos no se ponen de acuerdo ni en la existencia global de esta supuesta dieta conjunta. En el único tema que ambos están de acuerdo es que la dieta mediterránea engloba a un numero determiando de países con mar y que ese mar es el mar Mediterráneo. El resto de sus opinones son sensiblemente distintas, por no decir radicalmente opuestas. Afortunadamente parece que hay esperanza. Los países mediterráneos están abordando el problema y empiezan a tener cierto éxito reduciendo las tasas de obesidad infantil: "Hay progreso", dijo Breda. "Reconocen que hay un problema y están tratando de hacer algo".

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