El proceso pudo costar a la justicia italiana entre 7.000 y 9.000 euros. La sentencia definitiva afirma que “actuó para satisfacer la necesidad de alimentos de su familia”
De todas las historias tristes, las que más cierran el estómago son la de las dificultades por las que pasan las personas que no tienen qué comer. El siguiente caso es un ejemplo lamentable: la justicia italiana se encarnizó con un hombre de 49 años que intentó robar una berenjena y ha tardado 9 años en absolverlo.
Cuando S.S., sardo, se hallaba en un huerto de Carmiano, cerca de Lecce, cogiendo una berenjena, fue pillado por la policía que patrullaba la zona. El propietario decidió no proceder con la denuncia pero, aún así, y aunque el hombre no tuviera medios para pagar un abogado, fue incriminado por la Fiscalía por el principio de obligatoriedad de la acción penal. La petición de la Fiscalía era la máxima pena, de seis años, ya que destacaba que tenía antecedentes por un caso similar que ocurrió en 2000. Sin embargo, en el primer grado fue condenado a cinco meses de cárcel y 300 euros de multa.
En la apelación, el abogado de oficio consiguió reducir la pena a dos meses y 120 euros de multa alegando que había sido una tentativa y no un robo efectivo. Pero se ha tardado nueve años en absolver a S.S., hasta esta semana.
En la sentencia consta lo siguiente: "Ciertamente, actuó para satisfacer la necesidad de alimentos de su familia. Contrariamente a los hallazgos de los jueces de mérito, según los cuales el apelante no demostró que estaba en un estado de indigencia, los motivos que justifican la inocencia del caso es que el acusado intentó robar un sólo vegetal y no una parte de los cultivos”.
“La Corte de Lecce ha incurrido en un error evidente”, se añadía.
Medios como La Repubblica sienten vergüenza ajena por lo sucedido y se exclaman de que por el camino, se han gastado entre siete y nueve mil euros gastados de las arcas públicas en un proceso que a todas luces se podría haber quedado en una amonestación y no en juicios prolongados y hasta con el encargo de un perito que calculara cuál era el valor de la berenjena robada (20 céntimos, se concluyó).
“La lección de la berenjena es simple y feroz”, señala el periodista Luca Lecce para Tiscali News. “En Italia hay dos barras de medir. Y, como dice el refrán, ‘si eres pobre te tiran piedras’”.
[Vía Nuovo Quotidiano di Lecce]
