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Food
Le llaman 'Diminuto', pero de pequeño no tiene nada: "si el chef dice que me coma las verduras, no creo que pueda elegir"
26 Junio 2018 16:40
Andre Rush lleva trabajando en la Casa Blanca desde 1997, pero hace unos días le llegó su momento de fama. Una reportera que se hallaba en la casa presidencial cubriendo una comida de Ramadán, le hizo una foto junto a otros cocineros y el resto ya es historia de Internet:
Chefs outside the West Wing prepping for tonight’s White House iftar. President Trump will host 30-40 guests to celebrate the Muslim holy month of Ramadan. pic.twitter.com/0uzr6A1uKw
— Vivian Salama (@vmsalama) June 6, 2018
Got lots of comments inquiring about Chef Rush. Andre Rush a retired Army Master Sergeant Chef who currently prepares nutritionally balanced meals at the White House and is a master chef trained in classical plating, baking, cake decoration, and a master ice carver. https://t.co/kLY8Yrt1jZ
— Vivian Salama (@vmsalama) June 7, 2018
A todo el mundo le dio igual qué cocinaban. Nadie podía dejar de mirar los robustos brazos de Andre Rush que, según él mismo ha informado, miden 60 centímetros de circunferencia. Casi nada. Y eso que le apodan Tiny ('diminuto', en inglés).
If Chef Rush told me to eat my vegetables I don't think I'd have a choice.
— Rob Rainbolt (@Rob_Rainbolt) June 7, 2018
"Si el chef Rush dice que me coma las verduras, no creo que pueda elegir".
Imagine sending something back in his kitchen @AWuamett
— Blake Di Abolical (@Dtrain901) June 7, 2018
"Imagina devolver algo a su cocina...".
That dude on the left is the size of my refrigerator.
— Ali Ahmadi (@AliR_Ahmadi1) June 6, 2018
"Este tipo de la izquierda tiene las dimensiones de mi nevera".
Rush, nacido en Mississippi hace 45 veranos, fue sargento mayor en la armada estadounidense durante 23 años. Allí se formó como chef, aprendiendo de todo, desde pastelería a talla de hielo. De hecho, contaba para TMZ, que la cocina le servía para lidiar con el estrés de la vida militar. Incluso llegó a representar a la armada en competiciones culinarias, cocinó para generales y para jefes de estado de todo el mundo.
También explicó cuál era su rutina de ejercicios para mantener sus 130 kilos de peso como pura roca: “fácilmente puedo levantar 317 kilos. Para las repeticiones, entre 700 y 1.000 cada vez que entreno, trabajo con 102 kilos”.
Preguntado por la dieta del presidente, bromeaba: “Si me ganas a un pulso, te lo digo”. Luego explicaba que, a pesar de todo lo que se dice, el presidente de los Estados Unidos come bien. “Creedme, lleva una dieta equilibrada”.
Y no nos extraña. ¿Quién le iba a discutir a él que tal verdura o tal guiso no te gusta? Parece que tiene tanta fuerza que pueda poner a bailar media docena de cuchillos para que troceen 100 kilos de cebollas cada hora.
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