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Artículo “¿Matar un cerdo en la encimera de mi cocina? No hay problema” Food

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“¿Matar un cerdo en la encimera de mi cocina? No hay problema”

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Camas Davis es el cerebro detrás de un movimiento para cambiar las reglas del juego impuestas por los hombres en la industria de la carne: “soy una mujer y las mujeres tradicionalmente no quieren hacer esto"

Marc Casanovas

26 Julio 2018 12:42

Existen escuelas de verano, escuelas de idiomas, escuelas de adultos. Sorprende enterarse a estas alturas que también hay una escuela de la carne. En concreto, una escuela transparente y práctica que enseña a los alumnos a comer carne de una manera ética dentro de una comunidad de agricultores, chefs, carniceros y ciudadanos comunes. La ideóloga de este tinglado sin precedentes en EE.UU. es Camas Davis, escritora, gastrónoma, carnicera y pensadora de la carne, que ha logrado armar un movimiento en crecimiento continuo que cree en la carne buena, limpia y justa.

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Su primer gran libro se llama ‘Killing it’ con el que pretende cambiar las viciadas reglas del juego de la industria de la carne dominada por los hombres. Es pura narrativa sin ficción. No hay recetas. No hay platos recomendados. Lo que empezó siendo una lección para aprender a cortar carne con un cuchillo más grande que un brazo humano acabó básicamente siendo un proceso de autorreflexión para dar mil respuestas a una sola pregunta: ¿es posible comer carne de manera responsable?.

Hay que viajar hasta 2009 para entender donde empezó todo. Camas Davis tuvo una crisis existencial de manual. Perdió su trabajo estable como periodista y rompió con su pareja de siempre. Huyó de todo el pasado que la ahogaba mudándose a una granja familiar de la Gascuña francesa. El objetivo era entender el oficio de la carnicería desde los cimientos hasta la mesa; desde cultivar el grano para alimentar a los cerdos hasta la carnicería y charcutería de todas las partes del cuerpo del cerdo: “aprendí mucho de ellos, pero sobre todo, me enseñaron a vivir una vida llena de reverencia. Siempre estaré agradecida".

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Desde entonces han pasado casi 10 años. Camas Davis ahora es el cerebro detrás de un colectivo de carniceros que han dado el pistoletazo de salida a Portland Meat Collective donde quiso trasladar toda esa transparencia y respeto hacia la carne.

Ahí es donde se dio cuenta que entraba en un mundo de hombres dominado por más hombres que pensaban en clientes hombres. Fue todo extraño porque condición sexual acabó jugando extrañamente a favor. Así lo explica en una entrevista en Hand-Eye Supply: “soy una mujer y las mujeres tradicionalmente no quieren hacer esto. La gente estaba algo intrigada al principio ¿Quién es esta señora? Y creo que de alguna manera eso me dio entrada al mundo de la carne. De otro modo no lo habría logrado. No lo sé con certeza, pero era una anomalía, la gente muy pronto quería verme como una mujer carnicera antes de que yo supiera cómo matar un animal”.

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Su duda era razonable: ¿era interesante porque era una mujer carnicera o porque era una buena carnicera? Sin saber responder a la pregunta aprendió a marchas forzadas el oficio de carnicera y se dio cuenta que preguntas normales que se hacía antes, como por ejemplo 'No deberíamos comer carne porque es muy difícil matar animales’, ahora tomaban otra dimensión: “No sé. Es difícil matar animales, absolutamente. Si alguien dice que no es así, me da un poco de miedo. Pero no estoy segura de que esa sea una razón por la que no deberíamos hacerlo. Hay que alcanzar un equilibrio y eso no va a suceder sin un cierto nivel de incomodidad. Y como país, creo que deberíamos pensar más acerca de cuáles de esas cosas incómodas están bien tener en nuestras vidas y cuáles no”.

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Y lo que hace en su colectivo es precisamente no evitar este debate. Portland Meat Collective apuesta por la producción y el consumo responsable de carne a través de una educación práctica, transparente y experimental. No hay ningún referente en todo EE.UU. así que no pueden compararse con nadie para saber si lo que hacen está bien o mal, mejor o peor que otros. Imparten clases y talleres con animales que obtienen de granjas locales en las que confían 100%. La idea es que los alumnos aprendan a usar el animal entero como alimento. Sin que sobre nada. Es la mejor manera de entender nuestro lema: “enseñar a comer mejor carne es enseñar a comer menos carne”.

Para los que duden de esta filosofía, la intentan desarrollar un poco mejor en su web oficial: “Keep Meat Real (Mantener la carne real) es nuestro lema. Creemos que todos tienen derecho a comprender cómo llegan a la mesa los alimentos. Cuanto más nos convertimos en participantes hábiles en este proceso, más control tenemos sobre el sistema que nos alimenta, y cuanto más control alcanzamos, más podremos cambiar ese sistema a mejor. Una educación compartida en sacrificio humano y carnicería proporciona un camino efectivo para repensar nuestro sistema alimentario”.

La idea al final de este viaje es rodearse de gente que entienda que comer carne requiere una relación perfecta con la comida:“hay un espíritu de rebelión y de ser pioneros. El enfoque debe ser "hazlo tú mismo". Sacar provecho de toda esta información y encontrar gente que pueda decir: ‘Ah, ¿matar un cerdo en la encimara de mi cocina? No hay problema”.

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