Los psicólogos afirman que hay más gente que nunca cometiendo micro-infidelidades. Pero, ¿en qué consiste?
La sociedad lleva eones en debate constante para definir qué es y qué no es una infidelidad.
¿Si es un beso, aunque sea corto, son cuernos?
¿Tontear en una discoteca, aunque no pase nada, es engañar?
¿Y qué hay de eso de ser "infiel de pensamiento”?
En lugar de dar soluciones a estas respuestas, en PlayGround hemos venido con nuevas preguntas, porque somos así, nos gusta ver el mundo arder.
Ahora ya no debemos plantearnos qué es una infidelidad. En Internet se ha gestado un nuevo término que los psicólogos ya se han atrevido a explicar: la micro-infidelidad.
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“Podrías estar cayendo en la micro-infidelidad si secretamente conectas con otra persona en tus redes sociales, si compartes bromas privadas, si minimizas la seriedad de la relación que tienes con tu pareja o si guardas su número en el teléfono con un nombre en clave”, explicó la psicóloga australiana Melanie Schilling a Daily Mail.
“Todo esto son signos de que estás llevando a cabo un flirteo encubierto y escondiéndoselo a tu pareja. Si sientes que tienes algo que ocultar, pregúntate a ti mismo por qué”. Vale, puede que ahí haya dado un poco en el clavo Melanie. ¿Quién no se ha sentido alguna vez un poco culpable al chatear o comentarle algo en redes a alguien que te atrae? La frase o la conversación pueden ser inocentes, pero no dejan de nacer de un interés que va más allá del puro colegueo o la amistad.
Para Melanie la forma más sencilla de descubrir si tu pareja está siendo micro-infiel es, precisamente, tener un ojo puesto en sí está guardándose secretos. “La acción de la micro-infidelidad es una traición sutil y necesita secretismo para alimentar su fuego”, dijo.
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“Otras cosas en las que te deberías fijar es si tu pareja está teniendo conversaciones privadas o chats y rápidamente las cierra cuando entras a la habitación o si están contactando con un ex en una fecha señalada como un aniversario u otro evento íntimo compartido. Puede que estén diciéndoles a otras chicas o chicos cumplidos que no te dice a ti, o te diga que tiene una reunión de negocios con alguien y finalmente descubres que no se trató ningún negocio”.
Problema obvio: los límites entre la amistad y la micro-infidelidad pueden ser, como poco difusos. Aunque Melanie asegura que es fácil diferenciarlos, precisamente, por lo que comentaba anteriormente: “Es el secretismo y el engaño que acompaña esa comunicación la que define la micro-infidelidad”.
Las relaciones platónicas no son un problema, a menos de que se lleven a hurtadillas.
“Tu pareja puede tener una relación perfectamente platónica con un amigo y puede ser abierto a la hora de hablar con él y verlo. Esto no debería despertar ninguna alarma. Sin embargo, si empieza a ocultarte cosas de su relación o a mentirte sobre ella, entonces empieza a plantearte lo apropiada que es su conexión”.
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A diferencia de lo que esperaríamos de una profesional en el tema, Melanie nos da el mismo consejo que nos darían nuestras amigas en unas de esas asambleas de emergencia en la cafetería de turno cuando “no quieres dramatizar, pero estás notando a tu novio así como raro”: Melanie dice que nos fiemos de nuestros instintos.
“Tienes la intuición por un motivo y te dice cuando las cosas no están bien. Si las cosas no cuadran, si pillas a tu pareja en una mentira, si se están comportando de una forma rara, saca el tema”.
Hombre, Melanie, sí, pero con este speech igual también estás alimentando un poco las paranoias de todos los celosos patológicos del lugar, just saying.
“La clave aquí es ser objetivo y racional, en lugar de subjetivo y emocional. Lanzar acusaciones vacías e insultos no te llevará a ninguna parte”.
Bueno, vale, esto si tiene más sentido. Fair enough. Si te da en la nariz con motivo, aborda el tema, pero si estás rebuscando compulsivamente a ver a quién sigue y comenta en Instagram, tratas de leer sus conversaciones y sospechas de todas sus amistades, tienes un problema.
Para evitar pitotes parejiles, Melanie concretó en su entrevista con Daily Mail cómo plantear el asunto sin lanzar pullitas ni puñales. ¿La clave? Ser muy específico sobre los comportamientos que has observado y explicar cómo te han hecho sentir.
“Si por ejemplo dices: ’Cuando pasas una hora hablando por teléfono con tu ex mientras tenemos una cita cenando fuera me siento bastante desplazada e inútil. Preferiría que te centraras en mí durante nuestras noches especiales. O podrías decir: ‘Cuando añades todos esos emojis de corazón en los comentarios a sus posts me hace sentir que ella es tu pareja y no yo. La próxima vez, sería genial si pudieras reservar el amor online solo para mí”.
¿Dónde está el límite entre tu paranoia y que tu pareja esté siendo una persona desconsiderada de tres pares de cojones?
Con las micro-infidelidades, como en los cuernos de toda la vida, los límites solo puedes ponerlos tú.
[Vía Daily Mail]