Siempre he tenido la teoría de que cada uno estornuda como estornuda, y es algo que no puede cambiar. Cada cual hace un sonido y tiene su volumen de estornudo, y muy difícilmente podrá regularlo.
Yo, por ejemplo, estornudo fuerte. MUY fuerte. Y muchas veces. Demasiadas. Algo que a mí no es que me entusiasme precisamente, pero que a mi padre le toca increíblemente la moral.
Él está convencido de que podría esforzarme por estornudar más bajo o disimular de alguna manera. Yo me defiendo diciendo que a ver si quiere que me aguante y me pegue una embolia o algo.
Por eso, mientras escribo estas líneas, me estoy muriendo del gusto, porque la ciencia me ha dado la razón. Y nada da más gusto en la vida que tener la razón frente a tu padre.
Efectivamente, contener un estornudo podría generar daños físicos graves, y el caso de este chico de 43 años de Leicester es la prueba de ello. El chaval, tratando de contener un estornudo nivel 5 en la escala de huracanes de Saffir-Simpson, literalmente se rompió la garganta.
El paciente dijo sentir una sensación de estallido en su cuello cuando pasó. Al momento pudo notar el dolor y los problemas para tragar y hablar. En una radiografía pudieron ver como su traquea había reventado y el aire se estaba escapando hacia el tejido blando de su cuello.
Al no tener dónde escapar, la presión generada por el estornudo desgarró internamente los tejidos. “Interrumpir un estornudo mediante el bloqueo de los orificios nasales y la boca es una maniobra peligrosa y debería ser evitada”, explicaron desde el hospital Royal Infirmary de Leicester.
Durante una semana, el paciente tuvo que estar ingresado y ser alimentado a través de una sonda.
Y, por lo que comentan los médicos, el pobre no salió ni tan mal parado para cómo podían haber ido las cosas: tapar un estornudo puede generar daños en los oídos e incluso un aneurisma cerebral, según BMJ Case Reports.
Así que, si eres de los que prefiere sellar con las manos un estornudo antes de pasar la vergüenza de dejarlo salir, puede que vaya siendo hora de cambiar de estrategia.
"Acabo de leer una historia de la BBC sobre un hombre que se rompió la garganta conteniendo un estornudo. Todos estos años he estado tentando al desastre...".