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Crecer siendo negro en Corea del Sur no debe de ser nada fácil. Aunque la ciencia no respalde su forma de pensar, en Corea está muy arraigada la mentalidad nacionalista que considera que forman parte de unaraza pura.
Hijo de madre coreana y padre nigeriano, Hyun-min se ha convertido en el primer modelo afrocoreano de la historia de su país. Pero la creencia de la supremacía racial y la pureza de la sangre hicieron los primeros años de la vida de Han Hyun-min bastante duros.
Para que podamos hacernos una idea, hasta hace relativamente poco, su "homogeneidad racial étnica" se estudiaba como algo de lo que sentirse orgulloso en la escuela.
“Cuando jugaba con otros niños en el colegio, algunas madres se los llevaban diciéndoles ‘no juegues con niños así’”, explicó Hyun-Min a Excelsior. Blanco de todas las miradas, “quería ser invisible”, añadió. “Odiaba mi apariencia, ser diferente”.
A los 14 años encontró en la moda su vía de escape. Comenzó a subir sus fotos a las redes sociales y hacer castings hasta que, finalmente, su agente Youn Bum lo descubrió. “Un modelo de piel oscura como Han es algo sin precedentes en Corea del Sur, reclutarlo fue una gran apuesta”, explicó.
Para Hyun-min, esta profesión ha supuesto un giro de 180º en su autoestima. “Ser modelo me ayudó muchísimo a desarrollar la confianza en mí mismo”, dijo a Exelcisor. A pesar de ello, incluso en el mundo de la moda suele sentirse un outsider en muchas ocasiones.
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“Como mi piel es diferente, algunos diseñadores y marcas no quieren trabajar conmigo”, contó en otra entrevista a Vogue. “Pero más que dejarlo, me dan ganas de trabajar más duro, de ser Han Hyun-min .Construir mi encanto único es importante para mí”, dijo el joven.
Hyun-min se encontró con unas cuantas barreras para empezar. Diseñadores y editores lo rechazaron por pensar que daría “mala suerte”, pero varios creadores apostaron por él, haciendo que el año pasado, durante su debut en la Semana de la moda de Seúl rompiese récords con solo 17 años: 30 desfiles en dos semanas, algo insólito para un modelo novato.
En el backstage, suele sentirse solo: “La gente asume que soy extranjero. Estoy acostumbrado”, explicó. “Aunque a veces me molesta que los modelos coreanos del backstage de un desfile no me hablen porque piensen que no entiendo coreano. Otros me hablan en inglés, un idioma que no entiendo”.
El racismo es una realidad en corea que respaldan los números. Según una encuesta realizada por el gobierno en 2015, el 25% de los surcoreanos no quieren tener vecinos extranjeros, una estadística que supera con creces la de de los estadounidenses (5.6%) y los chinos (10.5%).
Pero nada de esto — ni que, como contó en un programa de televisión, le retengan en un aeropuerto por pensar que es imposible que sea coreano — desmotiva a Han Hyun-min, que tiene claro que quiere convertirse en un referente para los niños mestizos de su país.