Poesía a pantallazos, escrita en el transporte público. Lírica de whatsapp, lírica de aquellas ideas que anotas con los dedos atropellándose, confundiéndose, pisando las inexistentes teclas de la pantalla: bloc de notas, 22% de batería y Martín Rangel apunta “hay 19 tormentas hablando de ti en este momento”; bloc de notas, 97% de batería y Martín Rangel apunta “traduciendo un poema de richard brammer mientras caminas por el cuarto en ropa interior color rosa y calcetas altas de hello kitty”; bloc de notas, la batería restante es una incógnita y Martín Rangel apunta: “te soñé para no tener que conocerte.”
Martín Rangel es un poeta y traductor mexicano. Escribió su primer libro, ROJO, con solo 18 años, y desde entonces ha publicado otros tres poemarios: El rugido leve: las canciones de Ryan Karazija (2015), emoji de algo muerto (2015) y delirioamateur (2016). Ahora acaba de publicar Al margen del mundo, otro recopilatorio de pensamientos, versos y exabruptos, que casi adoptan forma de manifiesto: “un picahielos / para lobotomizar / la experiencia estética”.
Pero más allá del influjo del smartphone en la forma y en la extensión, en los temas y en las metáforas, Al margen del mundo es un pequeño tratado sobre la soledad —acelerada e hiperconectada, líquida y deslocalizada— que podría sintetizarse en una sola idea: la mística de los capítulos perdidos de 'Los Simpson'. Rangel deja caer la referencia entre sus versos.
"cree usted en las películas de terror
o los capítulos perdidos de los simpson
a huevo que sí me andaba un dos tres eucalipto
jajajajaj no sabes ni qué escribir
no soy yo es tu naturaleza muerta"
Un deje de costumbrismo pop que alude al anhelo de algo que tiene valor porque no está, porque quedó fuera, porque está envuelto en hype. Los capítulos perdidos de 'Los Simpson' existen —por lo menos uno—, aunque lo más importante son las teorías conspiranoicas que se construyen a su alrededor, el oscurantismo ligado a ese objeto de deseo: "hay cosas que es mejor no conocer / vivir descafeinadamente / en todo caso quién soy yo / para juzgarlos". Y quizá sea esta misma voluntad de vivir en lo indecible —voluntad de inexistencia, de habitar bajo el augua— la que anima los versos de Martín Rangel.
Os dejamos con tres poemas de Al margen del mundo:
1. Mándame tus lágrimas por correo postal
voy a ponerlas a secar y luego las moleré
hasta obtener un polvo muy fino
y las meteré a mi nariz con ayuda de un
billete enrollado y me van a poner
muy triste pero a la vez muy feliz pero a la
vez no sé :(
2. ¿Crees en los mensajes del cielo?
esta noche hay luna llena
y los rayos quiebran la noche
pero la noche enseguida se vuelve a ensamblar
epaciotemporalmente tomamos hoy café
y mientras hablas de arte
comenzó a llover la quietud inquietante
el acto performativo como un
movimiento de resistencia
3. He visto a la muerte pero ella no me ha visto a mí
visto de negro porque así me siento
hay desolaciones explotando en mis ojos
que sólo son visibles a través de un espejo
así es aquí va otro poema
sobre la soledad y la tristeza
quiero poner de manifiesto mis manos
pero sólo cuando podían tocarte
he perdido la confianza de una familia
que me trató como un adicto cuando no lo era
y ahora que lo soy descubro que los amo
pienso en la muerte como un adolescente piensa
en desnudar a todas las muchachas del pueblo sé
que las flores que llevarás a mi funeral
serán las más bonitas
de eso no me preocupo
cada pérdida tiene su tiempo
puedes caminar sin prisa
por cada mujer una llaga
puedes caminar sin prisa
por cada llaga una mujer
el tiempo no está pasando
instante suspendido
respira
escribiré un poema por cada vez
que alguien mencione tu nombre
y luego voy a quemarlos todos
y no me va a importar
llegar tarde al trabajo
oliendo a humo
con la mirada a reventar de narcóticos
infectar a terceros
con esta oscuridad no
voy a tomar tus sugerencias
sobre cómo debo actuar o si
debo comportarme voy a gritar
un millón de veces que ya no
te amo para
intentar creerlo y seguiré
cantando y seguiré
cantando