Quizá en 2019 tampoco haya Nobel de Literatura

La tormenta que atraviesa la Academia Sueca no se disipó después de declarar desierto el Premio Nobel de Literatura. El escándalo por el presunto acoso sexual de Jean-Claude Arnault no era sólo un escándalo puntual y anecdótico. Como demostró la renuncia de hasta ocho miembros de la junta el problema estaba en la estructura de la institución. Por ello, parece que la suspensión del premio de 2018 puede resultar insuficiente para solucionar los problemas que acarrea la Academia Sueca.

Lars Heikensten, el director ejecutivo de la Fundación Nobel, afirmó ayer en la Sveriges Radio que el galardón se "entregará cuando la Academia Sueca haya recobrado la confianza". Es decir, que el plan inicial consistente en entregar dos premios el año que viene puede tambalearse: "esto significa", puntualizó Heikensten, "que no hay una fecha establecida para 2019". El sueco se refirió precisamente al carácter estructural del problema: sin dar nombres, instó a los diez miembros activos que quedan en la academia a considerar su posición: "creo que todo el mundo necesita pensar si son buenos para la Academia Sueca o si es mejor renunciar".

Además, Heikensten apuntó el hecho que existen otras instituciones interesadas en tomar el relevo de la Academia y encargarse de entregar el Nobel. La Fundación encargada de administrar los bienes legados por Alfred Nobel teme que esta polémica pueda llegar a perjudicar la reputación de los otros premios.