El autor de 'Héroes' acaba de ganar el premio Alfaguara. Repasamos su trayectoria
Desde que ayer se anunció que el novelista Ray Loriga es el ganador del último premio Alfaguara por su novela Rendición, el mundillo literario se ha visto sacudido por emociones que no acaba de entender muy bien (¿estupor, desdén, alegría, indiferencia?).
Entre este vasto muestrario de sentimientos —que, en todo caso, prueba que Loriga es un escritor presente en la memoria literaria— hay uno que destaca sobre los demás: la sorpresa por su resurrección.
No solo en redes sociales se ha celebrado o temido su regreso de entre los muertos, desde medios como El Confidencial han apuntado este detalle en los mismos titulares de la noticia.
Ray Loriga fue una celebrity de los años 90: obras suyas como Héroes, Caídos del cielo o Tokio ya no nos quiere se vendieron, gustaron a la crítica y, en suma, marcaron una época. Las influencias de la novela estadounidense que estos libros comportaban revolucionaron el panorama de la novela en nuestro país.
Además, era un guaperas tatuado, con el pelo largo y anillos de calaveritas. ¿Cómo iba a resistirse a eso la rijosa novela española?
Es cierto que desde entonces su estrella ha palidecido: el rock no tolera que sus ídolos envejezcan, y para bien o para mal Loriga siempre tuvo algo de rockstar.
Ahora, el autor de Lo peor de todo vuelve a la palestra con una novela distópica a medio caballo entre el George Orwell de 1984 y el Kafka de, bueno, lo kafkiano.
En esta lista de pros y contras trataremos de averiguar si la resurrección de Ray Loriga lo hace parecerse más a uno de los cadáveres andantes de Apocalipsis zombi o al cuerpo glorioso de Cristo —o incluso a cierto director que, según Juan Manuel de Prada en esta columna, había vuelto de entre los muertos para partirnos la jeta a pollazos—.
Como decíamos:
1. Nos gusta que Ray Loriga trajera a la literatura española la influencia de autores norteamericanos como Jack Kerouac, Raymond Carver, Richard Ford o John Fante.
Que sí, que ahora todo eso está muy visto.
Pero para que estuviera muy visto primero había que verlo.
2. No nos gusta que haya ganado el Premio Alfaguara un autor de la casa, uno que había publicado todas sus últimas novelas con el sello perteneciente a Random House.
No dudamos de la limpieza del premio ni dejamos de dudar de ella —aunque revelaciones como la de Juan Marsé tras abandonar el jurado del Planeta o la de Enrique Murillo, editor del primer Loriga e "inventor" de premios literarios, nos hagan sospechar.
3. Nos gustan las gafas de sol, los tatuajes y la chupa vaquera, el pelo largo y el bigote de cantante country, los anillos de calaveras y el resto de los oros de Loriga.
Nos gusta que eso apareciera en la portada de un libro.
4. No nos gustan las poses de adolescente-malote de Loriga (sobre todo cuando ya está a punto de entrar en la sexta década de su vida).
5. Nos gusta que Ray Loriga fuera capaz de integrar en su narrativa los lenguajes de la música pop y del cine —y que, de hecho, él mismo se atreviera a convertirse en director y guionista en películas como Las pistolas de mi hermano o Teresa, el cuerpo de Cristo.
6. No nos gusta el corruptible sistema de premios español, que no hace sino desprestigiar a premiantes y premiados.
No solo ya en cuanto a los premios públicos —que debieran ser sustituidos por un organismo encargado de dar becas a la creación— sino también en cuanto a aquellos organizados por editoriales.
Hay formas más baratas de promocionar a un autor (como, por ejemplo, conseguir que Televisión Española haga un reportaje sobre él de gratelo) que pagarle 165.000€.
7. Nos gusta que la gente esté a tope con Loriga.
No sé, es bonito ver tanta emoción, aunque no siempre la compartamos.
8. No nos gusta que a veces se piense que Ray Loriga es el único escritor de España.
9. Nos gusta el revival de los 90 que estamos presenciando.
10. No nos gusta la frase que abre Rendición, la novela por la cual Loriga ha ganado el premio Alfaguara:
«Nuestro optimismo no está justificado, no hay señales que nos animen a pensar que algo puede mejorar».
Parece más de zombi que de "partidor de jetas a pollazos".
11. Nos gusta que Rendición sea una novela de ciencia ficción.
12. No nos gusta que, cada vez que un autor culto —es decir, que publica en Random House, Anagrama o Lumen— escribe un libro acercándose a la literatura de género, emplee modelos desactualizados.
¡Ha habido muchas distopías desde Orwell, leñe!
13. Nos gusta que el Premio Alfaguara que le ha caído a Loriga ha sido capaz de sacar lo peor (lo mejor, más bien) de los habitantes del mundo literario.