PlayGround utiliza cookies para que tengas la mejor experiencia de navegación. Si sigues navegando entendemos que aceptas nuestra política de cookies.

C
left
left
Artículo Después de 4Chan y Reddit llega Gab: la red social contra el gran Silicon Valley Now

Now

Después de 4Chan y Reddit llega Gab: la red social contra el gran Silicon Valley

H

Getty + Arte PG
 

Un emprendedor conservador de 26 años maltratado por el Big Tech y con la Alt-Right tomando internet: este es el resultado

Rafa Martí

21 Febrero 2018 06:00

"Bienvenidos a Gab, la red social puntera en libertad de expresión, libertad individual y en el flujo de información libre en internet. Todos son bienvenidos". Esta es la autodescripción de Gab.ai, una red social que quiere ser una alternativa al oligopolio progresista de Facebook, Twitter y Google en las redes sociales para tratar temas que son presuntamente censurados en esas plataformas. En realidad, los temas de los que trata son controversias afrontadas desde puntos de vista conservadores y derechistas, para luego dar paso a teorías de la conspiración hasta llegar al discurso del odio contra minorías raciales, sexuales o religiosas.

Aunque las reglas del juego son realmente abiertas —no se controla más contenido que las amenazas explícitas, el spam, el porno ilegal o la información privada de terceros— en Gab no todos son bienvenidos. Estamos ante una plataforma paralela más en el internet abierto —varias están en la deep web— que ha seguido la estela de 4Chan y Reddit: un reducto que ha atraído a la legión de freaks tecnológicos y trolls de derechas que cuenta, según la propia empresa, con más de 400.000 usuarios y rondas millonarias de financiación.

Este mes, Gab ha cerrado una inversión de 4,8 millones de dólares y ha lanzado una ICO (Initial Coin Offering en inglés) de 10 millones a lo largo de este año para desarrollarse sin la dependencia de la publicidad o los flujos de audiencia controlados por el oligopolio de Silicon Valley. Una ICO es algo parecido a una salida a bolsa, solo que en lugar de venderse acciones, se venden títulos en una criptomoneda cuyos beneficios posteriores se basan igualmente en expectativas.

El nacimiento de Gab se remonta a agosto de 2016. Entonces circuló en medios de derechas de Estados Unidos que Facebook tenía un equipo que discriminaba los contenidos con puntos de vista conservadores de la red, como últimamente recordó también Wired en un extenso reportaje. Al mismo tiempo, Twitter había suspendido de forma permanente cuentas como la del provocador de derechas Milo Yiannopoulos. La afrenta del internet oficial llevó a Andrew Torba, un emprendedor de Pensilvania de 26 años entonces, a hacer algo contra Silicon Valley.

Según cuenta Bloomberg, en 2011 Torba lanzó su propio negocio de publicidad en internet, Kuhcoon. Se trataba de una empresa de software automatizado para optimizar el adspending en Facebook. La empresa luego entró en la rueda del ecosistema startup en California cuando la incubadora Y Combinator apadrinó su proyecto. Se trasladó a Palo Alto. Con más apoyo, la empresa derivó en una nueva, llamada Automate Ads, que murió posteriormente como la mayoría de startups tecnológicas. Sus encuentros con los gigantes de Silicon Valley fueron frustrantes y se le cerraron todas las puertas.

Al mismo tiempo, desarrolló su faceta política conservadora: Torba era asiduo a debates en streaming con el mismo Yiannopoulos o con Andrew Anglin, el fundador del sitio neonazi The Daily Stormer (expulsado de la empresa de dominios GoDaddy y de Google por alentar a la violencia en las marchas de Charlottesville el verano pasado y reeditado posteriormente en la deep web). Inscrito en el movimiento Alt-Right en pleno apogeo y maltratado por Silicon Valley, Torba decidió crear una red social para la Alt-Right. ¿Pero por qué iba a ser diferente de lo que ya existía?

Gab tendría el mismo efecto gratificante que Breitbart para quienes creen que Fox News es blanda, la misma satisfacción que Infowars genera en los teóricos de la conspiración y la misma sensación de libertad de los trolls de /pol/ en 4Chan o de /The_Donald/ en Reddit. En Gab se hablaría igualmente de incorrección política, de antifeminismo, de invasión islámica, de mexicanos, de negros y refugiados, de armas de fuego, de nuevas cruzadas, de nacionalismo y de supremacía blanca, de All Lives Matter, Alt-Right, Social Justice Warriors, snowflakes, cuckolds y soyboys, de la farándula progre de Hollywood, pero sobre todo, y a diferencia de las demás redes, se hablaría de Big Tech: Gab nacía con la obsesión de enfrentarse directamente la poderosa burbuja progresista de Silicon Valley que combatía a la oleada populista pro-Trump y a las cloacas de internet que le daban apoyo.

Gab es dependiente de los servicios de alojamiento de dominios, que estuvieron a punto de eliminar la red de internet por discursos antisemitas que ponían en peligro la buena imagen de esas empresas. Gab se enfrenta a la eterna disyuntiva de la censura de su propia comunidad

A partir de entonces, al mismo tiempo que crecía en popularidad en el el peculiar mundo de la derecha internetera —Bloomberg lo llama el Alt-Right's Tech Hero—, su relación con Silicon Valley no hizo má que empeorar. La incubadora Y Combinator se desdijo de haberle ayudado en el pasado, Apple rechazó incluir la app en el Apple Store y Google la eliminó de Google Play, explicando su decisión en que Gab no daba suficientes garantías para moderar contenido peligroso. Por otro lado, los trolls nazis y sus posts antisemitas hicieron que estuviera a punto de desaparecer del internet abierto cuando el registrador de dominios Asia Registry, donde se alojaba, estuvo a punto de eliminar la página por ir en contra de su política de empresa.

Los obstáculos de las grandes empresas, pero sobre todo los de los servicios de hosting que quieren cuidar su imagen han generado en Gab una fuerte disyuntiva: la de renunciar a la libertad de expresión total que promete en el momento de regular contenidos que puedan provocar su expulsión de internet. Con todo, y a pesar también de que su número de usuarios es insignificante frente a redes como Twitter o Facebook, mientras dure la ola de la derecha en internet, Gab se establece como uno de los fenómenos alternativos con más comunidad de la red y con grandes planes de expansión.

share