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El ADN de una niña hallado en Alaska reescribe la historia de los primeros americanos
04 Enero 2018 16:36
Murió con seis semanas de edad hace 11.500 años, pero sus restos de ADN arrojan nuevos e interesantes datos y permiten explorar cómo llegaron los primeros humanos al continente americano.
Los restos de una niña hallados en Alaska, bautizada como ‘sunrise girl-child’ (niña del amanecer), revelan que pertenecía a una población nativa americana completamente distinta y desconocida hasta ahora.
Según un estudio publicado en Nature, la niña habría vivido hace unos 11.500 años, esto es, mucho después de que los humanos llegaran por primera vez a la región. Sus restos, y los de otro bebé, fueron encontrados en la área arqueológica Upward Sun River durante unas excavaciones en 2013.
A partir de diferentes estudios, se demostró que el genoma de la niña no coincidía con ninguna de las ramas de nativos americanos identificadas hasta ahora —denominadas Norte y Sur—. El estudio publicado esta semana demuestra que la niña podría pertenecer a un pueblo olvidado y desconocido hasta hoy por la ciencia, denominado los Antiguos Beringianos.
La teoría más aceptada sobre los primeros colonos mantiene que cruzaron América desde Asia por un puente terrestre, el Puente de Beringia, que quedó sumergido al final de la última glaciación dando lugar al estrecho de Bering que conocemos actualmente. Lo que no está claro es si aquellos colonos pertenecían a un mismo grupo o venían en distintas oleadas. Tampoco se sabe cuándo cruzaron y qué paso en los milenios siguientes para alcanzar la gran diversidad genética, lingüística y cultural de los actuales nativos americanos.
Estos hallazgos arrojan algo de luz a esta teoría y demuestran que los primeros colonos de América del Norte probablemente tenían un linaje más diverso de lo que se pensaba.
A través de los análisis genéticos, el estudio concluye que un único grupo ancestral fundador de los nativos americanos se separó de los asiáticos orientales hace unos 35.000 años. Se cree que en algún momento estas personas se movieron en una sola migración hacia América del Norte y, luego, la población se dividió en dos grupos.
Uno de esos grupos era el de los Antiguos Beringinianos —el grupo al que pertenecería la niña y otro bebé enterrado a su lado, que podría ser su prima— y el otro grupo fueron los ancestros del resto de nativos americanos.
Pese a los últimos hallazgos, otros estudiosos no descartan la posibilidad de que la división en los mencionados grupos hubiera ocurrido antes de cruzar el Puente de Beringia.
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