Dos célebres científicos acaban de publicar un estudio que explora la idea de que antes de los humanos hubo una civilización inteligente que provocó su propio calentamiento global y desapareció
Nos hemos pasado siglos especulando con la existencia de civilizaciones ajenas a la nuestra propia. Construimos figuras mesiánicas, creímos que veíamos ovnis al mínimo resplandor en el cielo. Todo para evitar sentirnos solos en la inmensidad del universo.
Pero, ¿y si para buscar vida en vez de mirar al cielo miráramos a la tierra? ¿hemos pasado por alto nuestro propio mundo?
Me explico. Los descubrimientos científicos nos han contado mucho acerca de nuestra historia como especie. Los fósiles de mamuts, nos han revelado lo que comíamos; las cuevas, lo que vivíamos; las tumbas, lo que sentíamos. Sin embargo, nos hemos encontrado con un problema. Si la Tierra tiene una edad de 4.700 millones de años, el Homo sapiens no hizo su aparición estelar hasta hace 250,000 años. ¿De verdad no hubo una civilización inteligente en todo ese período de tiempo?
“Realmente no se ha explorado tanto”, aseguró al medio Motherboard el célebre climatólogo de la NASA Gavin Schmidt. Schmidt y el físico Adam Frank de la Universidad de Rochester acaban de publicar un estudio titulado La hipótesis Siluriana: ¿es posible detectar una civilización industrial en los registros geológicos? En su estudio, los científicos contemplan la idea de que hace millones de años haya existido en la Tierra una civilización distinta a la nuestra, no humana, pero inteligente e industrial capaz de provocar un cambio climático a la escala del que estamos provocando nosotros hoy en día.
Esos seres, que cogen el nombre de los reptilianos Silurians de la serie de ficción Doctor Who, se desarrollaron, construyeron carreteras y se acabaron cargando el planeta a base de llenarlo de basura plástica. Al final, hace 56 millones de años, acabaron fundiendo los polos durante el conocido como Máximo Térmico del Paleoceno-Eoceno (PETM), época durante la cual la temperatura de nuestro mundo aumentó 8 grados por encima de nuestra temperatura actual. ¿Por qué no tenemos pruebas de que pulularon por aquí? Porque han pasado millones de años, claro.
Sin embargo, al observar el registro isotópico del PETM, Schmidt y Frank descubrieron que las proporciones de isótopos de carbono y oxígeno se disparan exactamente igual que se han disparado en el recién inaugurado Antropoceno, con la única diferencia de que el Antropoceno lo hemos provocado en apenas 300 años y el PETM duró cientos de miles de años.
No es que los dos científicos tengan una fe ciega en su teoría. De hecho, Frank apuntó en un artículo de The Atlantic que “casi seguro que no” existió esa civilización industrial. Aún así dejan un resquicio para la esperanza de los más conspiranoicos: si esa civilización existió algún día, sería perfectamente posible que no haya quedado ningún resto de ella. Hasta el plástico acaba descomponiéndose en algún momento y la mayoría de los fósiles que encontramos tienen cientos de miles de años, no millones.
"Sería fácil perderse una civilización industrial que vivió sólo 100.000 años, que ya habría sido 500 veces más de lo que lleva nuestra civilización industrial", asegura Frank. Aún así llaman a la comunidad científica que explore su hipótesis. Nunca se sabe si debajo de estratos y estratos terrestres reposa un chip minúsculo Silurian.