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¿Es King Kong el símbolo del capitalismo más despiadado?

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La compañía de teatro Sr. Serrano presenta una obra en la que el gorila gigante encarna el consumismo salvaje y patriarcal que azota al mundo desde la crisis de 2008

Germán Aranda

23 Marzo 2017 13:53



¿Puede King Kong ser un símbolo de un capitalismo destructivo, machote, agresivo, salvaje y patriarcal que devora nuestro planeta?

¿Pueden los pájaros de Hitchcock, en su éxodo permanente, ser la viva imagen de nuestros miedos a lo desconocido, a los inmigrantes —por ejemplo—, y sobrevolar un campo de golf de Melilla?

¿Puede acaso ser la muerte de Bin Laden a manos del ejército americano una revisión del ‘western’ más clásico?

Estos destrozos entre realidad y ficción, entre hechos reales y películas de Hollywood y nuevas aportaciones son posibles cuando la Agrupación Sr. Serrano decide llevar al teatro su visión catastrofista y divertida del mundo.

Con juguetes y maquetas, grabándolos en vídeo y reproduciéndolos en directo sobre una gran pantalla; con imágenes de películas, música, ritmo, recortes de periódico y otros muchos recursos a medio camino entre la manualidad y el arte digital, la compañía va contando en sus obras la complejidad del mundo como si fuera un juego de niños.


King Kong y la crisis económica de 2008

Este jueves presentarán en el festival literario Kosmópolis de Barcelona la introducción —el work in progress— de la que debe ser su nueva obra, Kingdom, una revisión libre de la historia de King Kong en conexión con la crisis económica que arrastramos desde 2008.

Cuentan la obra de modo coral a tres voces Pau Palacios, Álex Serrano y Ferran Dordal:

"Kong no es sólo un monstruo, hay todo un ‘business’ a su alrededor. Kong sería una imagen del capitalismo de consumo, del patriarcado aplicado al sistema productivo y financiero, con esos brokers que son un poco Kong, machos agresivos que invierten en todo y siempre quieren vencer".


Como no hemos podido cambiar el sistema, se ha hecho más fuerte


"Se llega a la crisis de 2008 que, en teoría cuestiona el funcionamiento del modelo y parece que llega el momento de cambiar. Se sabe que el sistema tiene unos efectos humanos y de medio ambiente destructivos y, ¿qué se hace? Como no se ha podido cambiar el sistema, se hace más fuerte, se aprieta más aún".

"Esta frase anterior podría leerse como una especie de spoiler de la obra, pero no desvelamos gran cosa visto como está el mundo, con la derecha más engorilada y negacionista del cambio climático creciendo más que cualquier propuesta de regeneración utópica o progresista. Y la socialdemocracia agonizando..."

De todos modos, la introducción que presentan este jueves podría ser modificada por completo, pues es el ‘work-in-progress’ de una obra más larga que debe ser presentada en julio de 2018.

“Hace tres semanas, decidimos tirar todo lo que habíamos hecho a la basura”, cuentan Pau Palacios y Álex Serrano, que forman junto a Barbara Bloin el eje del grupo de teatro al que se van sumando varios colaboradores más en el proceso de creación y representación de las obras.

La primera presentación de los borradores de sus obras suele servir a Sr. Serrano para ponerse las pilas con el proceso de creación. “Cuando tenemos fechas, apretamos el ritmo, nos va muy bien”, cuentan. Meses después, una vez concluyen el trabajo, presentan el resultado final por todo el mundo.

Sr. Serrano necesita unas 30 representaciones al año para que los números cuadren, “al final, esto es una empresa” recuerda Serrano. Pero este año han llegado a 50, después del gran éxito de crítica y público, que les valió en 2015 el León de Plata en la Bienal de Venecia y el Premio Ciutat de Barcelona de Teatro el pasado mes de febrero.

Hacerse hueco en el mercado catalán y español les fue complicado, porque está “anquilosado” en lo convencional y también porque “no hay dinero”. De modo que la compañía acabó triunfando como un proyecto internacional que viaja por todo el mundo con varias de sus obras al mismo tiempo. Entre el próximo abril y el mes de junio, eso sí, estarán en cinco salas españolas.


Historia de una cooperativa particular

Todo nació en Barcelona del impulso creativo de Álex Serrano por hacer teatro experimental con voz propia allá por 2006. Enseguida se sumaron Palacios y Bloin al proyecto. Desde su origen, Sr. Serrano es una cooperativa y recibe más del 80% de sus fondos de las ventas en taquilla. A los tres fundadores se han sumando colaboradores que han participado del proceso creativo, del de producción y la logística.

La primera fase fue “difusa”, dicen los dramaturgos. Abordaban temas como la culpa o la resurrección desde el teatro experimental. Pero a partir de 2011, empieza el sprint de Sr Serrano hacia los temas más polémicos de la actualidad.


Todo es muy urgente desde 2008, se nos hace difícil crear un espectáculo que no hable de cosas pungentes y de actualidad desde un punto de vista crítico


“Desde 2008, todo es muy urgente, nos resulta imposible hacer un espectáculo que no hable de cosas actuales y pungentes desde un punto de vista crítico. ¿De qué vamos a hablar? Nos cuesta ser dramáticos o catastrofistas. Intentamos contar lo mal que está el mundo con un lenguaje que en vez de hacerte sentir el peso de los problemas, te anime a reflexionar”, dice Palacios.

En 2012, Sr. Serrano presentó Brickman Brando Bubble Boom. En esta obra, la pregunta sobre qué es un hogar era respondida mediante las biografías paralelas de Marlon Brando y un superempresario del mercado inmobiliario inventado. Maquetas de poliespán, proyecciones del Padrino y  la España del pelotazo se entremezclaban en una obra divertida, llena de datos, de emoción y reflexión.

En 2014, presentaron "A house in Asia", con muñecos y maquetas que sustituyeron ya por completo el papel de los actores en el escenario. Una recreación de la casa de Bin Laden se conviertió en un ‘western’: los yanquis contra los vaqueros y el ejército contra los talibanes. La misma historia de buenos y malos de siempre. George Bush hablaba por boca del sheriff, aparecía un surreal Mark Owen y se recreaba el atentado de las Torres Gemelas desde un simulador de vuelo.

La obra era toda una reflexión sobre las copias e imitaciones de la realidad, después de que se enteraran de que la casa de Bin Laden tenía dos réplicas exactas, una en Carolina del Norte y otra en Jordania, donde se grabó la película de Katrhin Bigelow La noche más oscura. "Las imitaciones y simulacros acaban imponiéndose a la realidad, como sucede con los clones de Blade Runner", dice Palacios.

En 2016 nació "Birdie", un juego de palabras entre una jugada de golf y un pájaro. El centro de la obra es la fotografía de José Palazón tomada en un campo de golf de Melilla, donde dos mujeres juegan un partido mientras varios inmigrantes aguardan sentados encima de la valla que separa Europa de África.

La fotografía era el escenario, por el que además de los personajes de la imagen, pasan todos los animales que migraron con el Arca de Noé. Migración. Animales. Los pájaros de Hitchcock como metáfora de nuestros miedos. Refugiados. Cifras brutales de la desigualdad en Melilla. Lujo y miseria. Agitados esos ingredientes con color, música, vídeos y mucho ritmo dieron como resultado una obra apabullante.

 

Sr. Serrano nos recibe en el sótano-trastero del bloque de pisos donde vive Álex Serrano. "No tenemos casi nada en propiedad y eso es clave para nuestra economía", explica. "También sale más barato volar con muñecos que con actores, así que los personajes y curiosos decorados de sus obras suelen viajar dentro de las maletas".

Y todos esos inventos, toda esa crítica social, ¿para qué? ¿Puede el teatro contemporáneo con su público limitado remover conciencias? "Pues no mucho, porque la mayoría de gente que viene a nuestras obras ya está sensibilizado o es cercano a nuestro punto de vista", reconoce Palacios con realismo.


No aspiramos a remover muchas conciencias porque la gente que viene a vernos al teatro ya está bastante sensibilizada o piensa parecido a nosotros.


Serrano va un punto más allá: "Al final, la gente que no está de acuerdo contigo no te escuchará o no cambiará de opinión. En la vida, y en Facebook, consumimos lo que nos gusta y nos ofrecen más de lo que nos gusta, nos relacionamos con personas que piensan parecido. El otro día entré en Facebook buscando grupos fachas y aprendí más en dos horas que en los dos años que llevo usándolo”.

Entre Ferran, Serrano y Palacios completan: "Nuestro objetivo tampoco es remover conciencias ni cambiar el mundo. Hacemos esto porque es lo que nos apetece, porque nos lo pasamos bien".

Pasarlo bien contando las penas del mundo y su complejidad. Como tantos poetas, filósofos o cineastas. Pero jugando con muñecos y maquetas como cuando éramos pequeños.


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