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Artículo “Cuando te persigue la policía solo piensas en correr, correr. Sobrevivir” Now

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“Cuando te persigue la policía solo piensas en correr, correr. Sobrevivir”

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La muerte del mantero Mame Mbaye mientras huía de la policía avivó la tensión en Madrid y evidenció el fracaso de una legislación que criminaliza a los migrantes irregulares y la venta ambulante

anna pacheco

16 Marzo 2018 15:07

Ayer Mame Mbaye salió a trabajar y no volvió a casa. El senegalés de 34 años fallecido ayer en el madrileño barrio de Lavapiés durante una redada policial. Se encontraba vendiendo perfumes en la madrileña Plaza del Sol cuando, según los testigos y los primeros informes del Samur, irrumpió la policía y empezó la persecución.

Hemos visto cientos de veces esa imagen: manteros apresurándose para recoger su mercancia en una manta en apenas segundos. Echan a correr. Se esconden en el metro. Se pierden y se cruzan, ágiles, entre las calles. Desaparecen. Ayer fue otra jornada laboral más para muchos de ellos. Solo que ayer acabó de forma trágica para Mbaye que, al parecer, pudo haber muerto de un infarto por culpa de los nervios al ser perseguido hasta sus casa. El Servicio de Emergencias de Madrid certificó su muerte a eso de las 17:50 horas de la tarde.

“Esto no es nada nuevo. Hace años que sufrimos la persecución por parte de la policía”, explica Laminé Sarr, senegalés y vendedor ambulante en Barcelona. Le cuesta verbalizar la rabia y la impotencia que siente por la muerte de su compañero. Resopla. La línea se queda en silencio.. “Esto tenía que pasar”. Es la frase que más se repite.

El joven senegalés fallecido ayer llegó a España en mayo de 2004 desde Sant Louis, una de las ciudades más pobladas de Senegal. Tras 14 años en España, seguía sin tener el permiso de residencia. Sus compañeros, tal y como describe este artículo de El Salto, lo describen como una persona "abierta, amable, y miembro activo del Colectivo de Manteros de Madrid". Era una persona concienciada y participativa.

Hace meses que el colectivo de vendedores y lateros ambulantes de ciudades como Madrid, Barcelona o Bilbao denuncian la violencia que sufren durante sus jornadas laborales en distritos céntricos. Acoso, persecución policial y burorrepresención forman parte de las violencias diarias que enfrentan a diario. “Estamos acostumbrados. No piensas nada cuando viene la policía detrás. Simplemente corres. Solo quieres sobrevivir, que no se queden con la mercancía, que no te lleven a un CIE, que no te deporten. Corres. Corres”, explica Sarr.

"Estamos acostumbrados. No piensas nada cuando viene la policía detrás. Simplemente corres. Solo quieres sobrevivir, que no se queden con la mercancía, que no te lleven a un CIE, que no te deporten. Corres. Corres" (Lamine Sarr, mantero)

Sarr llegó hace más de diez años a España. Se encuentra en situación irregular. Ha perdido la cuenta, dice, de todas las veces que le han pegado y perseguido. Ha estado más de 20 o 30 veces en el calabozo. En el 2011 lo deportaron. Al año siguiente, volvía a estar aquí. Ha enfrentado juicios con la policía municipal de aquí. “Pero tu palabra no vale nada. La versión oficial es la de policía”. Las redadas son constantes. Ese es su día a día de Sarr, pero podría ser el de cualquiera de sus compañeros. Era el día a día también de Mbaye.

Todos los indicios apuntan a que la muerte, por paro cardíaco, pudo estar causada por la tensión y los nervios de la persecución policial. El atestado policial, difundido hoy, desmiente esta versión y asegura que "el joven no era perseguido por la Políca Municipal". La actuación de los policias será investigada por parte del Ayuntamiento de Madrid, o eso mismo indicó a través de Twitter la alcaldesa de Madrid Manuela Carmena.

La muerte ayer de Mbaye fue la gota. Es la consecuencia —otra más— de una violencia estructural que se alimenta de la vida de los pobres. “No hay que poner el foco en si la muerte de Mame Mbaye se produjo durante o después de la persecución, lo que hay que pensar es por qué se produjo esa persecución”, describe el periodista y activista antirracista Moha Gerehou en sus redes sociales. Gerehou pone el foco en la violencia de Estado que viven los migrantes en situación irregular en España con una Ley de Extranjería impugnada, incluso, en Bruselas que los criminaliza; con la violencia, el acoso y las muertes violentas en los CIES. “El acoso ya lo vivían nuestros abuelos con los colonialistas. Hace siglos que vivimos violencia en todo el mundo solo por ser negros”, explica Sarr. En España, si eres negro, tienes 42 veces más posibilidades de que te parece la policía.

Desde el colectivo antiracista Es Racismo también defienden que se trata de la "enésima muerte racista más":

"Mame Mbaye Ndiaye lo hizo. Se agarró a la manta cuando le perseguían para arrancársela. No quería perder su único sustento vital, su modo de supervivencia. Lo mataron, pero defendió su dignidad hasta el final, era su manta"

Enfrentamientos en las calles de Lavapiés vía Getty

Sarr denuncia también que las multas desproporcionadas —endurecidas también con la nueva ley— a las que tienen que hacer frente cuando les pillan. "De 60 a 500 euros si ningún polícia declara que le has herido. Puedes llegar pagar hasta 10.000 euros de multa por generar algún desperfecto". Sarr calcula que un mantero gana, de promedio, poco más de 10 o 15 euros al día.

"Lo calculo así porque lo gano un día, lo pierdo otro, cuando me lo quitan todo".

“Las calles han ardido, pero no eran solo africanos”

La muerte de Mbaye avivó ayer la rabia. La gente se echó ayer a las calles. Alrededor de las 8 de la tarde se hizo un llamamiento desde las redes sociales para mostrar el apoyo por el fallecimiento del mantero. El caldo de cultivo estaba ahí. Más de 200 personas se congregaron en la Plaza de Lavapiés y gritaron consignas antirracistas como “Ningún ser humano es ilegal”. Los gritos de justicia y de “asesinos” se empezaron a extender. Llegaron los enfrentamientos. Rodaron objetos, se quemaron contenedores y alguna moto, y se atacó alguna entidad bancaria. También hubo una cacerolada y las las consignas de denuncia no cesaron hasta la madrugada. La rabia, a esas horas de la noche, era difícil de contener.

Mientras tanto, en internet, circulaban vídeos como este en el que un grupo de policias armados golpea a un migrante, inmóvil, hasta que este cae redondo al suelo.

“Ayer el barrio estaba irreconocible. Parecía The Walking Dead”, explica el joven bangladesí Rabi Alam, de 19 años, regenta el Café Social Encuentros, que se encuentra a escasos metros de la Calle del Oso, donde parece que falleció el mantero. Alam cerró se encerró en el local con algunos protestantes. Más de diez furgones de policía rodeaban la zona. “La situación se estaba poniendo cada vez más tensa. Pero lo que hay que entender es que si la policía no hubiera cargado contra la gente, no habría barricadas”, denuncia. “Las calles han ardido, pero no eran solo africanos. También vinieron muchos punkis de otros barrios”.

“No solo había subsaharianos y manteros, no solo había jóvenes y antifascistas, había mucha gente del barrio, mucha gente muy enfadada, la gente gritaba desde los balcones” (Stéphane M. Grueso)

“Ayer fue el detonante”, insiste Stéphane M. Grueso, activista en Filtrala y Plataforma en Defensa de la Libertad de Información. “Esto es fruto de una tensión previa de años que llevan viviendo estos trabajadores”, explica Grueso, quien reportó en directo y a través de sus redes algunos de los momentos más tensos con la policía. Grueso también denunció que algunos de la policía municipal no portaban la identificación reglamentaria.

“No solo había subsaharianos y manteros, no solo había jóvenes y antifascistas, había mucha gente del barrio, mucha gente muy enfadada, la gente gritaba desde los balcones”, explica Grueso. La noche se saldó con seis detenidos, todos de nacionalidad española. La Policia atribuye los disturbios a los "radicales" y los desvincula de los manteros.

Alam explica que el barrio hoy se ha despertado "tenso". Los servicios de limpieza están acabando de limpiar las calles, pero los vecinos de Lavapiés no hablan de otra cosa. Muchos están divididos. "Hay quienes defienden a los colectivos migrantes y hay muchos comerciantes que critican los disturbios provocados por los manifestantes", explica. El suyo es uno de los pocos comercios que no critica tan duramente las barricadas. "Hay que entenderlo en un contexto de máxima tensión y nervios".

Esta tarde tendrán lugar en Madrid (Plaza Nelson Mandela) y Barcelona (Canaletes) dos concentraciones en apoyo al fallecido convocadas por los grupos de manteros.

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