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Petro vs. Duque: claves para entender el gran combate de Colombia

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Arte PG
 

Una radiografía de los dos aspirantes a la Presidencia de Colombia

Rafa Martí

28 Mayo 2018 19:37

Los últimos 8 años en Colombia han tenido como claro protagonista a Juan Manuel Santos y su esfuerzo ecléctico por alcanzar la paz con las FARC. Santos formó parte del gobierno de "mano de hierro" de Álvaro Uribe como ministro de Defensa y pasó de ordenar el bombardeo de Angostura contra el Mono Jojoy a desvincularse de todo belicismo de su antecesor para escenificar la paz. De alguna forma, Santos venía de la derecha pero quería romper con ella sin pasarse a la izquierda. Quiso ser un presidente de valores progresistas, ajeno a radicalismos y con el único objetivo de pasar a la historia como el artífice de una paz que no a todos gustó.

Ahora, con Santos habiendo concluido su segundo mandato, los colombianos han votado que quieren izquierda o derecha, pero nada de medias tintas. Los resultados del pasado domingo han dado como vencedores no claros al exguerrillero Gustavo Petro y al uribista Iván Duque, aunque este último obtuvo mejores resultados. Ambos tendrán que batirse en una segunda vuelta el próximo 17 de junio que definirá el futuro del país.

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Pasados oscuros

Gustavo Petro ha cargado con el sambenito de haber pertenecido al grupo guerrillero comunista M-19 en su juventud. Se unió a sus filas con apenas 17 años. En aquel momento, en los 80, el entorno estudiantil e intelectual estaba comprometido con las ideas revolucionarias que representaba el grupo. Petro participó en acciones sociales comunitarias pero nunca usó las armas. Cuenta Sinar Alvarado en The New York Times que, de hecho, Petro rechazaba la jerarquía militar del grupo guerrillero por los peligros que esa dinámica tenía para un futuro democrático.

En el caso de Iván Duque, el pasado que le persigue es ser un continuísta del uribismo. La época de Uribe se recuerda como una de las más violentas al mantener el Gobierno una postura beligerante contra las FARC a través del empleo de la fuerza. En esos momentos, Uribe lanzó el Plan Colombia con la ayuda de EEUU, un desarrollo económico caracterizado por una fuerte componente liberal que no palió las desigualdades del país aunque sí lo situó como potencia regional. Es más, no es que Duque represente el pasado con Uribe sino que ha hecho campaña con él y le ha garantizado el lideraazgo de Centro Democrático en el Senado en el caso de ganar las elecciones.

Los orígenes

Después de sus actividad inicial en el M-19, Petro fue posteriormente perseguido por el Estado y vivió meses escondido. Sin embargo, su buen desempeño en la escuela le valió una beca para estudiar economía en la Universidad del Externado. Fue entonces cuando resolvió que tarde o temprano debía regresar al establishment democrático si quería que sus ideas tuvieran cabida en Colombia.

A Iván Duque no le hizo falta ninguna beca. Era nieto e hijo de exministros e importantes estadistas de la historia reciente de Colombia, perteneciente a una familia adinerada, acostumbrada al poder y parte de la historia del país. Estudió Derecho y luego dos másters en Estados Unidos, siempre relacionados con las políticas públicas. Allí, donde residió 13 años, estuvo trabajando como funcionario en el Banco Interamericano de Desarrollo y en Naciones Unidas, además de dedicarse a negocios privados. Previamente fue asesor del Ministerio de Hacienda en Colombia.

El camino a la política

Ya con el grupo disuelto y en un proceso similar al del demantelamiento de las FARC, Petro se inscribió en el partido político surgido del grupo, Alianza Democrática M-19, desde donde se convirtió en congresista y posteriormente senador. En 2010 se presentó por primera vez a la Presidencia de la República siendo derrotado por Santos. Entonces centró sus esfuerzos políticos en la alcaldía de Bogotá, y ganó. El cargo le dio notoriedad pública sin la necesidad de desgastarse para asaltar el Gobierno de la Nación. Sin embargo, su gestión capitalina ha generado dudas por proyectos incompletos. Además, fue expulsado de la alcaldía por la Procuraduría cuando intentó cambiar la gestión de la empresa de recogida de basura. Sin embargo, en lugar de convertir esto en una debilidad, logró erigirse como el látigo de las clases dirigentes colombianas cuyos esquemas no iban a permitir que un revolucionario los cambiase. Con el apoyo de la calle, fue readmitido por un tribunal.

El camino de Duque a la política fue de la mano de Santos. Lo conoció en 1998 y de ahí fue como asesor al Ministerio de Hacienda. Al final de su etapa en Estados Unidos se convirtió en asistente en la Universidad de Georgetown (donde también fue docente el expresidente español José María Aznar, amigo de Uribe), al mismo tiempo que colaboró con él en la promoción de Colombia en el exterior. A su regreso al país en 2014 fue elegido senador, donde se le recuerda por haber impulsado una ampliación de la licencia de maternidad y por haber promovido la ley naranja en beneficio de las industrias creativas. Sin embargo, le lastran su poca experiencia política en el país y un perfil demasiado tecnócrata.

Posicionamientos políticos y acuerdo de paz con las FARC

Petro ha definido sus ideas claramente de izquierdas, con una agenda que apuesta fuertemente por la justicia social y por mantener el acuerdo de paz con las FARC tal y como se aprobó en la anterior legislatura. Sin embargo, se ha desvinculado con quien más le relacionan: Nicolás Maduro. El presidenciable colombiano ha criticado al mandatario venezolano por las sospechas de corrupción y por otros elementos de la crisis social y económica del país vecino. En este sentido, Petro se situaría más en una izquierda social y desarrollista pero no radical como la que han representado en los años anteriores mandatarios latinoamericanos como Lula da Silva en Brasil o Rafael Correa en Ecuador.

Por su parte, Duque reivindica el centro y la economía de libre mercado, y se presenta ante él ahora la ruptura con Santos o el saber conciliar su afinidad con el expresidente y el propio Uribe. Este fue el principal impulsor de la campaña ganadora del "no" al referéndum que se convocó para que el pueblo respaldase el acuerdo de paz con las FARC promovido por Santos. De hecho, el propio Duque ha asegurado que uno de los puntos de su programa es la revisión del acuerdo, con la pretensión de no renunciar a la paz pero sí hacer pagar por sus crímenes, sobre todo los de narcotráfico, a los responsables de la guerrilla. Los principales referentes que reivindica Duque son Macron en Francia, Rivera en España, Trudeau en Canadá, Piñera en Chile o Macri en Argentina.

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