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Cazados dos Guardias Civiles cobrando sobornos en el aeropuerto de Gran Canaria

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Hasta 11 agentes, encargados de evitar el blanqueo de capitales, exigían sobornos a los pasajeros para hacer la vista gorda en la entrada y salida de dinero en España. Dicen que "no se acuerdan de nada".

PlayGround

22 Junio 2017 16:19

Con un movimiento grácil y rápido, los pasajeros depositaban los billetes bajo la gorra del Guardia Civil. Las cantidades podían variar entre los 20 y los 1.500 euros, además de regalos como una caja de pulpo de 6 kilos. Después, se repartían el "botín" entre todos. Eran sobornos que hasta 11 Guardias Civiles aceptaban a cambio de hacer la vista gorda en la entrada y salida del dinero —blanqueado— del aeropuerto de Gran Canaria. También eludían los controles de alimentos.

Los hechos ocurrieron en 2008. Ahora se ha celebrado el juicio en el que los agentes y dos pasajeros, de origen africano y coreano, se enfrentan a una pena de hasta 18 años de prisión. Entre las pruebas se encuentra un vídeo que refleja cómo el pasajero Mahjoub A.B deposita una cantidad de dinero bajo la gorra de uno de los uniformados. Pese a la evidencia, el acusado asegura que "no sabe por qué le entrega esos 50 euros el pasajero".

Otra de las coartadas de los agentes es que "estaban reuniendo dinero para regalar un reloj a un compañero a punto de jubilarse". Sin embargo, era dinero exigido a Mahjoub a cambio de no comprobar el origen de los 250.000 euros que portaba consigo, según explica la fiscal del caso.

En las imágenes, capatadas por la cámara de seguridad de la oficina, se ve también como un pasajero coreano deja una caja con seis kilos de pulpo como regalo a cambio de que le dejaran sacar 180.000 euros del país sin declarar el dinero. El hombre, que también está imputado, se dirigía a Senegal.

Uno de los acusados, José Antonio, que fue quien rellenó la documentación del pasajero, asegura no saber por qué dejó el pulpo el pasajero. Su compañero le echa más cara todavía y ha explicado que en Corea del Sur "la costumbres es dejar pulpos como regalo".

La Fiscalía les acusa de exigir sobornos a pasajeros africanos a cambio de ignorar el dinero y los alimentos que intentaban introducir en España en 2008. Los agentes estaban al cago de la seguridad para evitar el blanqueo de capitales y la entrada de alimentos en mal estado o peligrosos. Por ello, la fiscal califica los hechos de corrupción "muy graves", donde los agentes se han aprovechado del poder y de su uniforme para su propio beneficio.

[Vía Antena 3]



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