Una estudiante asegura que tuvo que hacerlo después de que Spirit Airlines le prohibiera subir al avión con el animal. Antes, le habían dicho que no habría problema
Antes de nada, Belen Aldecosea, estudiante de 21 años de Florida, contactó con Spirit Airlines para asegurarse de que Pebbels – su hámster de apoyo emocional – podía viajar en avión con ella en su vuelo de regreso a su casa en el sur de Florida en 21 de noviembre. La compañía le confirmó que no había ningún problema, así que en la fecha en la que tenía programado su viaje llegó al aeropuerto junto a Pebbles.
Fue entonces cuando todo se torció: contradiciendo lo que en primera instancia le habían dicho, a Aldecosea le prohibieron embarcar con el animal. La estudiante dice que un trabajador de la aerolínea le aconsejó que tirase a Pebbles por el váter, o lo soltara en el exterior.
Tras horas de dudas, y siendo incapaz de alquilar un coche, Aldecosea decidió deshacerse de Pebbles tirándola al inodoro y tirando de la cadena. Así lo explicó al Miami Herald.
Belen Aldecosea.
“Ella estaba asustada. Yo estaba asustada. Fue horrible intentar ponerla en el váter”, dijo. “Me senté allí 10 minutos llorando en la taza”.
Derek Dombrowski, portavoz de Spirit Airlines, reconoció que la compañía le había comunicado a Aldecosea por error que el hámster tenía permiso para viajar con ella, pero negó rotundamente que fueran ellos quienes le propusieron matar al animal.
“Podemos decir con confianza que en ningún punto nuestros agentes le sugirieron a esta pasajera (o a cualquier otro) que debía tirar por el váter o hacer daño de cualquier otra forma al animal”, dijo Dombrowski a través de un email a The Guardian. “Es increíblemente descorazonador escuchar que esta pasajera decidiera acabar con la vida de su propia mascota”.
Pebbels.
Recientemente una situación similar llenó los titulares. En este caso el animal de apoyo era un pavo llamado Dexter y la aerolínea United Airlines. Adam Goldman, abogado de Aldecosea ha utilizado el caso para defender a su cliente, “Esto no era un pavo gigante que podría poner en peligro a otros pasajeros”, dijo al Herald. “Esto era un pequeño e inofensivo hámster que cabía en la palma de la mano”.
Lo que su abogado no tiene forma de defender es que, finalmente, la que decidió matar con sus manos a un animal indefenso y que no tenía ningún tipo de responsabilidad con aquella situación, fue la propia Belen Aldecosea.
[Vía The Guardian]