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"No me voy a sentar hasta que bajen a esta persona del avión"
25 Julio 2018 11:28
“No me voy a sentar —dijo Elin Ersson— hasta que bajen a esta persona del avión”. No era una petición de cariz racista, sino todo lo contrario: esta estudiante y activista sueca quería evitar la deportación de un hombre afgano que buscaba asilo en Suecia.
Cuando Elin y otros movilizados por los derechos de los refugiados se enteraron que aquel joven afgano iba a ser deportado, compró un billete de avión de Gotemburgo a Turquía. Al entrar a la aeronave, Ersson empezó su protesta en inglés, que retransmitió en directo vía Facebook.
La reacción del resto de pasajeros estuvo entre la empatía por la acción de Erlin con el refugiado y el enfado porque su viaje comenzaba con turbulencias. Pero la estudiante respondía contundentemente a los críticos: “No quiero que la vida de un hombre se tire por la borda porque tú no quieres perder tu vuelo”.
“Hago lo que puedo para salvar la vida de una persona. Mientras alguien esté de pie, el piloto no puede despegar. Todo lo que quiero hacer es parar la deportación y luego seguiré las normas que aquí aplican. Esto es perfectamente legal y no he cometido ningún crimen”.
Pese a su razonamiento, el vídeo muestra cómo una azafata le insta a detener la grabación y un pasajero enfurecido le intenta quitar el teléfono. A él le responde: “¿Qué es más importante: una vida o tu tiempo? Quiero que lo bajen del avión porque no estará seguro en Afganistán. Intento cambiar las leyes de mi país porque no me gusta. No está bien mandar a la gente al infierno”.
Elin se refería a la estricta política para con los refugiados que mantiene Suecia, donde el gobierno socialdemócrata sigue deportando a aquellas personas que buscan asilo, en la línea ideológica del partido de extrema derecha Sverige Demokraterna, favorito para las elecciones que se celebrarán en septiembre.
Finalmente, las autoridades del aeropuerto descartaron usar la fuerza para echar a Elin del avión y el refugiado fue bajado del avión, junto a la activista, mientras los pasajeros aplaudían este final feliz de la protesta. No obstante, los medios locales contaron que el refugiado había desaparecido del mapa, mientras que Deutsche Welle confirmó que permanecía bajo custodia y sería deportado más adelante.
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