Es la segunda mujer en las últimas semanas que revela una aventura con Trump. Daniels también fue silenciada con una alta cantidad de dinero
Como en las películas: un desconocido se acerca a la actriz porno Stormy Daniels y la amenaza de muerte. “Deja en paz a Donald Trump”. Luego, se queda mirando a su hija pequeña, sentada en el asiento de atrás: “Es una niña hermosa. Sería una pena que le pasara algo a su madre”. El hombre desaparece.
Los hechos remontan al año 2011 y la mujer, también conocida como Stephanie Clifford, se encontraba en un estacionamiento en Las Vegas, según ha relatado en exclusiva en el programa “60 minutes” de la cadena estadounidense CBS. Daniels asegura que recibió amenazas para que la supuesta relación que mantuvo con Donald Trump en 2006 quedara en secreto.
The Wall Street Journal reveló el pasado mes de enero que el abogado de Trump pagó a esta actriz 130.000 dólares para que la historia no trascendiera a la luz pública. Daniels ha reconocido en la CBS que lo firmó por miedo a las represalias y para mantener a su familia a salvo. “Lo hice porque parecía que no tenía otra opción”, explica. Ahora pide la nulidad de este pacto.
“Estaba bien sin decir nada, pero no me parece bien que me traten como una mentirosa o que la gente piense que hice esto por dinero”, relata la actriz, quien asegura que mantuvo una relación “consensuada” con el ahora presidente de Estados Unidos, Donald Trump, cuando él tenía 60 años y ella 27. La relación se sitúa entre 2006 y 2007, es decir, cuando Trump ya estaba casado con Melania Trump.
Según la versión de la actriz en la CBS, ella firmó el acuerdo de confidencialidad a solo dos semanas de las elecciones presidenciales de 2016. Donald Trump y su abogado, Michael Cohen, niegan que jamás existiera esta relación.
Esta parece ser la respuesta automática prevista por la defensa de Trump. Daniels es la tercera mujer en poco tiempo que aparece en medios de comunicación para sacar a relucir el pasado de Trump y sus líos amorosos. En todos los casos las historias incluyen altas cuantías para silenciar a examantes y mantener debajo de la alfombra supuestos casos de abusos.
La semana pasada, Karen McDougal, una exmodelo de Playboy, afirmó que también mantuvo una aventura sexual con Trump y que el entorno de Trump silenció esta historia por 150.000 euros. El portal National Enquirer compró supuestamente la exclusiva con la intención de no publicarla nunca. Esta práctica también es conocida como “cazar y matar”, o lo que es lo mismo, silenciar una historia. La relación entre McDougal y Trump coincide en fechas tanto con Daniels como con Melania Trump.
Al margen de estas relaciones paralelas durante su matrimonio con Melania, Trump está acusado por, al menos, ocho mujeres por supuestos abusos sexuales. Uno de los casos más sonados es el de Summer Zervos, concursante del famoso reality que Trump catapultó a la fama, The Apprentice. Zervos ha acusado a Trump de manosearla y de forzarla a mantener relaciones sexuales. La concursante se encuentra en pleno litigio judicial contra Trump, después de que este la acusara de mentirosa.