La policía ha dado hoy los detalles del caso. Tiene 25 años y fue liberada gracias al Wi-Fi gratis de un hotel
Sucedió a finales del año pasado en Barcelona. La víctima tenía 25 años y había permanecido tres meses encerrada en un piso por quien era su expareja. Finalmente, fue liberada el 27 de diciembre después de que pudiese conectarse a su cuenta de Skype a través de la tablet de su captor, usando el Wi-Fi abierto de un hotel cercano. Contactó por la aplicación a una amiga suya que vivía en Londres. Esta se puso inmediatamente en contacto con el consulado brasileño en la ciudad catalana, que dio el aviso a la Policía y a los Mossos d'Esquadra. Gracias a la dirección IP del Wi-Fi del hotel, la policía trianguló la localización del apartamento en el barrio barcelonés del Poble-Sec. Los Mossos han dado hoy los detalles de la operación, y aseguran que encontraron a la joven con mal aspecto y apenas 40 kilos de peso, con signos de malnutrición y marcas de agresiones físicas y sexuales.
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Todo empezó cuando la joven conoció a un hombre italiano de vacaciones en Brasil. Al principio parecía un idilio romántico, hasta el punto que el chico le propuso instalarse en Barcelona. Ahí es cuando empezó la pesadilla. Comenzó a controlar sus movimientos para pasar a dejarle hablar solo con su madre y en su presencia, hasta no dejarla salir nunca. En los tres meses de cautiverio, solo le daba de comer una vez al día y la obligaba a trabajar en el tratamiento de marihuana, pelando cogollos.
Su novio y secuestrador se dedicaba al negocio ilegal de esa sustancia, que vendía en un club de fumadores de un municipio cercano y exportaba a Italia. El día de la liberación de la joven, la policía encontró en la casa un cultivo de marihuana, 209 esquejes, 10 kilos de planta de marihuana, dos de hachís, 1.375 euros, material para la manipulación de drogas e indicios sobre otra plantación en una nave industrial a las afueras de la Barcelona, donde había 1.024 plantas. Se desconoce si el plan inicial del italiano era traerla a la ciudad para que trabajase para él a cambio de nada.
Después de la liberación de la víctima, esta fue puesta en manos de expertos que trabajaron en su rehabilitación. La joven ya está recuperada, según la policía. Por otro lado, la policía esperó a tener más evidencias sobre las actividades del agresor, que fue finalmente detenido en el mes de marzo tras la policía seguirle la pista a él y a otro compañero italiano que vivía con él y con la chica en el mismo piso, y que colaboró con el secuestro. Ambos están en prisión acusados de delitos de detención ilegal, maltrato y agresión sexual. La operación también se saldó con la detención de dos españoles y un holandés que colaboraban en la red de tráfico ilegal de marihuana del secuestrador. A los tres se les acusó de tráfico de drogas y de robos en el tendido eléctrico, aunque ya han sido puestos en libertad.