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El joven poeta y fotógrafo chino Ren Hang desafía los tabúes y la censura entregándonos un erotismo raruno y brutal
18 Febrero 2015 05:28
Escribe poemas de amor y luego los convierte en fotografías delirantes. Para él, el arte y la escritura son las dos manera más claras de romper, de provocar, de recrear un erotismo y mandar a la mierda —literalmente— todos los tabúes.
En la obra del fotógrafo chino Ren Hang absolutamente todo se encuentra en esa fina línea que separa a los opuestos: la belleza y la fealdad, lo moral y lo inmoral, la delicia y el asco, el puro arte y la simple y vomitiva expresión.
Tiene 27 años, pero lleva desde adolescente retratando pieles y sexo y animales y naturalezas exóticas.
A primera vista podríamos incluso pensar que Ren Hang está loco y que los mundos que se ha inventado son imposibles.
Sin embargo, sus obras han alcanzado cada vez más prestigio internacional y algunas se venden por miles de euros en galerías de todo el mundo.
Quién iba a decirle que su valentía causaría furor.
Quién iba a asegurarle que su belleza, y su coño, y sus sueños, y su brutalidad, acabarían poco a poco alcanzando reconocimiento —o el precio— que merecen.
Un sueño, una flor, un coño, una libertad
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