Cuando íbamos al instituto, mi amiga Clara hacía arte en cada lámina de plástica. Yo suspendía porque seguía dibujando con 16 como cuando estaba en el parvulario. La creatividad, no obstante, no se limita a ser Frida Khalo o Margaret Atwood. Atraviesa toda nuestra existencia. Desde abrir la nevera y hacer una cena con los restos de la semana a comentar con ingenio la actualidad o los dramas de tu vida por las redes sociales.
Ahora bien, ¿por qué unos son más creativos que otros?
En Science Alert, Roger Beaty, estudiante de postdoctorado en neurociencia cognitiva en la Universidad de Harvard, explicaba un último estudio que ha detectado los procesos mentales y las regiones cerebrales implicadas en la creatividad. Apunta a un equilibrio entre lo que se llama pensamiento espontáneo -lluvia de ideas- y pensamiento controlado -seleccionar de entre todo lo que se te ocurre lo que va a llegar a buen puerto-.
Mirando qué sucede en el cerebro cuando se piensa, el equipo de investigadores encontró que se trazan conexiones entre tres áreas cerebrales.
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A 163 voluntarios les tomaron escáneres por resonancia magnética, que mide el flujo sanguíneo del cerebro, mientras se les hacía una prueba de pensamiento divergente. Se les mostraban objetos en una pantalla y se les pedía que dijeran qué usos creativos les podían dar.
A los que mejor puntuaban -es decir, a los que veían en un calcetín no una prenda sino un sistema de filtración de agua-, se pasó a encontrar sus conexiones cerebrales. De las hasta 35.000 posibles que se pueden dar en el cerebro, identificaron un modelo de red para la creatividad.
La red asocia tres redes -o sistemas cerebrales- independientes. Una es la red predeterminada, las áreas cerebrales que colaboran cuando la mente está en actividades no conscientes, como soñar despierto o imaginar. Los investigadores defienden que son clave en la producción de ideas. Otra, la red de control ejecutivo, que regula el procesamiento de la información de otras redes. Serviría para evaluar la mejor ocurrencia. Y la red de relevancia, que enciende y apaga las dos redes anteriores.
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“Una característica interesante de estas tres redes es que, por lo general, no se activan al mismo tiempo. Por ejemplo, cuando la red ejecutiva está activada, la red predeterminada generalmente está desactivada”, escribe Beaty.
“Nuestros resultados sugieren que las personas creativas pueden activar mejor las redes cerebrales que generalmente funcionan por separado (…). Son más capaces de interactuar con los sistemas cerebrales que normalmente no funcionan juntos”, concluye.
La conexión entre las tres, señala que pueden predecir, modestamente, cuán creativo es alguien. Sin embargo, dice que en el aire queda si estas redes son fijas o maleables. Es decir, si tomar clases de música desemboca en fortalecer esas redes. Para eso se necesitará más investigación.
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