Una grabación con cámara oculta pone imágenes al maltrato animal en los mataderos
Hacinados, golpeados brutalmente, zarandeados, sacrificados sin aturdir o estrujados contra las vallas. Ese es el día a día de los corderos que pasan por un matadero de Segovia, España. Así lo ha denunciado la organización animalista Equalia en un vídeo que pone imágenes a las crueles condiciones de vida que sufren estos animales.
Las escandalosas imágenes forman parte de una campaña de Equalia en la que piden la instalación de cámaras de videovigilancia en los mataderos españoles, como ya se hace en otros países como Inglaterra o, recientemente, Francia. En el país galo es obligatorio gracias a una ley aprobada por el Parlamento después de que varios grupos activistas denunciaran las condiciones infrahumanas de los mataderos.
En el caso del matadero español, que ya fue investigado en el pasado por un supuesto fraude en el etiquetado de corderos, las imágenes se obtuvieron gracias a una persona que se infiltró en el recinto. “Colocó esas cámaras ocultas y ha estado haciendo seguimiento desde aproximadamente 2015, aunque en el vídeo el 90% de las imágenes son de 2018. E incluso hay algunas que nos han pasado de hace 2 semanas”, nos explica por teléfono Silvia Mayorga, portavoz de Equalia.
En el vídeo no solo se visibilizan terribles escenas de maltrato animal, lo más agresivo visualmente, sino que también se incumplen normativas de bienestar animal reguladas por la Unión Europea. “En el inicio se pueden ver imágenes del hacinamiento que sufren los corderos que se encuentran en el corral. Para poder juntarlos y unirlos en un mismo corral se les empuja contra la valla para que entren. Eso incumple la normativa europea que dice que los animales deben estar en un espacio más amplio”, explica Mayorga.
Los corderos son lanzados por los aires, abofeteados, les dan patadas cuando el animal va a la línea de matanza o les dejan colgando abandonados en la línea de matanza, incumpliendo las directivas que especifican que los animales en el matadero deben sufrir lo menos posible.
Desde Equalia también muestran su indignación por la falta de aturdimiento de los animales justo antes de ser asesinados. “Los animales entran sin aturdir por lo cual pasan vivos y conscientes a la línea de degüello cuando específicamente la ley te dice que entre el aturdimiento y el degüello tiene que pasar un máximo de quince segundos”, explica su portavoz. “Es preocupante ver que varios de los corderos se encuentran sucios, agonizando o sin sostenerse en pie -que por ley deben ser sacrificados antes de llegar al matadero, o in situ a la llegada de las instalaciones, por bienestar animal y seguridad alimentaria- pasen a la línea de consumo humano, y que un trabajador orine en los corrales incumpliendo gravemente la ley en materia de higiene y sanidad”, mencionan desde la organización animalista.
“Creemos que la instalación de cámaras de seguridad podría paliar en gran medida las cosas que hemos visto en este vídeo”, mantienen. “Y ya hemos formalizado la denuncia en el juzgado y ahora esperaremos a los trámites judiciales”, añaden.
Porque como explica el Catedrático Emérito de Producción Animal, Carlos Buxadé, en el comunicado emitido por Equalia, "a todos nos asiste el derecho de poder comprobar que las cosas se hacen debidamente en el matadero".
