PlayGround utiliza cookies para que tengas la mejor experiencia de navegación. Si sigues navegando entendemos que aceptas nuestra política de cookies.

C
left
left
Artículo La impresionante trasformación del lago Poopó vista desde el aire Now

Now

La impresionante trasformación del lago Poopó vista desde el aire

H

 

¿Qué ha ocurrido en el segundo lago más grande de Bolivia para que haya sufrido un doble cambio tan radical en tan poco tiempo?

Iván Sevilla , L.M.R.

18 Enero 2018 13:17

"Tenemos un lago que ha desaparecido, ahora es una pampa; un desierto donde no se puede sembrar nada, ni producir; no hay nada, mucho menos vida".

Así se expresaba, hace poco más de dos años, el dirigente campesino Valerio Rojas. Describía la situación del lago Poopó, el segundo más grande de Bolivia después del Titicaca.

Este lago de agua salada, ubicado en un altiplano en el departamento de Oruro, que colinda con Chile, tenía una extensión de 2.337 kilómetros cuadrados en su momento de máximo esplendor. Pero a finales del año 2015 el Poopó había quedado reducido a tres pequeños humedales –poco más que "charcos", en comparación con lo que fue– de menos de un kilómetro cuadrados y escasos 30 centímetros de profundidad.

El cambio climático, la contaminación ambiental y la mala gestión del agua habían llevado al lago Poopó a un drama similar al vivido durante las últimas décadas por el mar de Aral. El lago había quedado prácticamente seco, tras sufrir un proceso continuado de desertificación.

El Poopó había pasado de esto:

A esto:

Aquí una comparativa aérea del antes y el después:

La desviación de sus aguas saladas para el uso sin control en la minería y riego agrario, así como la existencia de explotaciones mineras ilegales, provocaron su deterioro poco a poco. La fauna y flora que allí habitaba acabó muriendo, también por los vertidos de metales pesados. Además, el fenómeno meteorológico de ‘El Niño’ contribuyó a que cayese en desgracia.

Según expertos en conservación, unas 200 especies de aves, peces, mamíferos, reptiles, además de gran variedad de plantas, desaparecieron con la sequía del Poopó.

Los habitantes de los alrededores –muchos de ellos pescadores- criticaron la mala conservación del segundo lago más grande del país sudamericano. Estudios, observaciones y sobre todo, muchas quejas de las asociaciones ecologistas llevaron al Popóo a la actualidad informativa del país.

Mensaje e imagen del lago desde un helicóptero en Bolivia

Sin embargo, sorprendentemente el lago ha recuperado un tercio de su volumen después de las lluvias caídas en diciembre de 2016 y los primeros meses de 2017.

Alevines y peces rey fueron hallados por los pescadores en junio del pasado año, cuando los medios bolivarianos se hicieron eco del gran renacer acaecido allí. Casi sesenta centímetros de altura alcanzó el nivel del agua.

Aunque las autoridades anunciaron un plan para su mantenimiento, con el fin de evitar otro desastre ecológico, residentes en la zona y agrupaciones ecologistas consideran que no se está haciendo suficiente. “No dejemos que vuelva a ocurrir”. Ese es su grito. Y el nuestro.

¿Continuará reviviendo el lago Popoó?

share