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La carretera de la muerte se convierte en la imagen del incendio más mortífero de Portugal

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Han muerto al menos 62 personas en el que ya se conoce como el peor incendio del último medio siglo. La mitad lo hicieron quemadas en una carretera de la que no podían huir.

PlayGround

19 Junio 2017 11:29

El incendio más mortífero en los últimos 50 años. Así ha sido descrito el fuego que ha asolado el término municipal Pedrógão Grande, en el centro del país, y ha provocado la muerte de al menos 61 personas. “Es la tragedia más grande que hemos visto en los últimos años en materia de incendios forestales”, declaraba tras conocerse la noticia el primer ministro de Portugal, António Costa.

El presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa, ha hecho un llamamiento a la unidad de todos los portugueses. "Concentremos ahora nuestra voluntad en lo esencial, proseguir el combate en curso", dijo el presidente en un mensaje televisado. "Nuestro dolor en este momento no tiene medida, como no tiene medida nuestra solidaridad", añadió el presidente.

Las primeras hipótesis mantienen que el fuego se inició el sábado por la tarde con el impacto de un rayo en un árbol seco y que el fuerte viento convirtió un incendio de bajas dimensiones en uno imposible de controlar. “Encontramos el árbol alcanzado por el rayo”, declaraba el director de la policía nacional, Almeida Rodrigues.



El secretario de Estado de Administración Interna del Gobierno, João Gomes, anunció que al menos 62 personas habían muerto por el incendio y que todas las víctimas del siniesto son civiles. La mayoría de fallecidos viajaban por la carretera nacional 236 entre las aldeas de Figueiró dos Vinhos e Castanheira de Pêra, y se cree que huían del incendio.  

Rodeada de pinos y eucaliptos ahora carbonizados hasta la última astilla, la estrecha carretera parecía ser la única salvación de los habitantes que veían como las llamas estaban cada vez más cerca de sus casas. El cambiante viento en los recodos sin embargo provocó que la vía se transformara en un auténtico infierno.

Los bomberos que participaban en las operaciones de rescate describían la carretera como un escenario terrible con más de 30 cadáveres completamente irreconocibles y coches quemados abandonados. Había "familias enteras" atrapadas en la carretera en llamas, declaraba João Gomes.


Aún quedan 4 frentes activos, dos de ellos de extrema violencia, y el fuerte viento puede dificultar aún más las tareas de control. El balance de heridos alcanza las 57 personas, entre ellas 8 bomberos que trabajaban en la extinción del incendio.

Más de 680 efectivos llegados de Setúbal, Coimbra y Lisboa trabajan actualmente para extinguir las llamas junto con dos aviones españoles y otros medios franceses. Sin embargo, conforme pasaban las horas los gobiernos locales y los vecinos denunciaban la falta de medios disponibles.

Las autoridades lusas advierten que el número de víctimas seguirá creciendo, en parte por el difícil acceso a la zona y la virulencia de las llamas que ha provocado que varias aldeas se encuentren completamente incomunicadas. El Gobierno portugués ha decretado 3 días de luto nacional.



 




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