Matan a 4 caballos de una raza ancestral en peligro de extinción

Las encontró el ganadero Modesto Domínguez con el cráneo hundido en un pasillo de desparasitación en Oia, al sur de Vigo. Era sábado, pero se sospecha que el ataque ocurrió el jueves, día desde el que los animales habrían estado agonizando. Detrás suyo, cinco otros caballos salvaron la vida y huyeron en cuanto el ganadero abrió el pasillo.

Las cuatro yeguas son garranos, unos équidos ancestros de lo que hoy conocemos como caballos. Los garranos son salvajes pero tienen propietario y son usados en la Rapa das Bestas, una acción que en Galicia se celebra como fiesta y que consiste en atrapar, marcar y afeitar y desparasitar a estos animales.

Las cuatro yeguas atacadas eran propiedad de cuatro dueños distintos que residen en varios municipios de la comarca. Un ajuste de cuentas sería extraño, ya que estos animales eran prácticamente invisibles, habitando un lugar remoto conocido como O Areeiro.

Lo que tienen claro los ganaderos es que el autor de los hechos tenía experiencia en la ganadería y conocía la zona. La Guardia Civil de Tui (Pontevedra) y los veterinarios de la Xunta se han desplazado hasta la escena del crimen para averiguar qué aconteció. Por el momento, señalan a una barra de hierro encontrada junto a las yeguas como posible arma y creen que la intención era terminar con la vida de los nueve garranos, aunque algo frustró ese plan.

Arsenio Pérez, presidente de la Comunidad de Montes de Viladesuso, explicaba para El País que no existían conflictos entre los ganaderos de vacas y de caballos y que estos garranos no habían causado nunca destrozos. “No puede ser más que obra de un psicópata para dañar el patrimonio vivo que tenemos: estos animales que son tan importantes para el mantenimiento de este monte, donde no volvimos a tener incendios desde 2006”.